jueves, 1 de julio de 2021

ALMA PURA. CORAZÓN SANTO.

En el mundo actual, aunque sobreabunda la maldad, todavía pueden encontrarse almas puras y corazones santos.

Almas que van por el mundo danzando el vals del amor, expeliendo la fragancia de su aroma, para que buenos o malos, disfruten las emanaciones de su pureza.

He visto rostros fragantes que iluminan la aurora de cada amanecer. Miradas de núbiles doncellas a la vera de los caminos buscando peregrinos para darles el ósculo santo de la paz.

He visto viejecitas con el rostro sembrado por los surcos de los años, orando a Dios por sus nietos para que cumplan sus sueños.

También he visto sacerdotes puros y santos consolando huérfanos y pobres, con dulces voces de Angeles, como la “Flauta Encantada.”

He visto almas puras que ven a Dios como un Padre amoroso y bueno, y confiados en Él, le ofrecen sus vidas en cada instante, para que los guíe en su transitorio paso por estas tierras.

Pastores de fervientes y sabias palabras, que son capaces de ofrendar sus vidas por la causa de sus ovejas.

Martin Luther King con “I had a dream”, y nuestro Señor el Cristo a la cabeza de esta ofrenda, porque son de almas puras y corazones santos.

Esteban fue el primer mártir de la cristiandad, y aunque lo mataron a pedradas; en su última palabra a Dios, le pidió que no les tomara en cuenta ese pecado a sus verdugos. Eso sólo es posible cuando se tiene alma pura y corazón santo.

En Roma, Pedro fue igualmente amarrado de pies y manos a una gruesa cruz de madera, y sus verdugos poniéndola invertida hacia abajo, lo inmolaron a piedras. Sin embargo, hoy ese Gran Hierofante goza de excelso palacio en la Heliópolis celestial, la Jerusalen de arriba, y ese es su galardón por cumplir su misión, y ser hombre de alma pura y corazón santo.

A Pablo de Tarso, Divino Maestro Hilarión, del Rayo de Mercurio, le fue cortada la cabeza por los bárbaros y crueles romanos en una plaza de Roma. En ese acto despiadado su cabeza saltó tres veces, y donde tocó tierra, brotaron tres fuentes de agua. Pablo fue el más exaltado y  sabio apóstol de la cristiandad, y ni siquiera tuvo contacto físico con Jesús, pero el Cristo habló por él y le inspiró a escribir 13 epístolas que son compendio de luz divina y enseñanzas para vida eterna. Aunque Dios no tiene cosas imposibles, sin la filosofía Paulina el cristianismo no hubiera sido lo que es.

Añadido a lo anterior, ese gran apóstol recorrió más de 10.000 kilómetros a pie, a caballo y en barcos, con naufragios incluidos, para explicar el evangelio de salvación proclamado por Jesús el Cristo. Razón que testimonia la Biblia cuando Dios expresa: “Te he puesto para luz a los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta los confines de la tierra.”

Sin duda, Pablo tenía alma pura y corazón santo, hecho demostrado hasta la saciedad.

María, la madre de Jesús, sufrió lo indecible. Desde las críticas de la sociedad de la época, hasta el dolor de presenciar la muerte de cruz de su hijo. Ella, junto con María Magdalena, Isabel, Marta, la hermana de Lázaro, pudieron cumplir con nobleza y santidad el papel glorioso de acompañar al Salvador en  su muerte y resurrección, por ser mujeres puras y castas, y tener almas puras y corazones santos.

Al lado de la maldad de estos tiempos, también hay muchísimas personas que tienen la virtud de la Filantropía. De la caridad, de la compasión, del amor al prójimo, del amor a Dios, a la naturaleza.

La historia de la Madre Teresa de Calcuta y la del Mahatma Ghandi, quien dicho sea de paso, conoció los Misterios de la salvación, está llena de virtudes. ¿A dónde no fue la Madre Teresa para buscar recursos que sostuvieran su proyecto de caridad y poder así ayudar a los pobres del mundo?

Cuan dolorosa y sacrificada fue la vida de Ghandi, pero qué hermosa es su filosofía de la no violencia.

La niña sueca Greta Thunberg, desde los 14 años, con su corazón de Ángel y su alma pura, está dando lecciones de conservación y protección del ambiente y del planeta, a esta vergonzosa civilización. Atravesó el Océano Atlántico en barco a vela. Dijo un memorable discurso en la ONU, ha movilizado gente en favor de su causa y ha ayudado a crear Consciencia para conservar la vida y detener la destrucción de la vida en cualquier manifestación.

Malala Yousafzai, la niña pakistaní que siendo adolescente ganó el Premio Nobel de Paz, es de alma pura y de corazón santo. Comprometida con la defensa de la vida, de los derechos humanos y ha creado su fundación para altruistas y nobles objetivos.

La Congregación de Hermanas de la Adoración Perpetua, en Clyde, Missouri, se encuentra en permanente e ininterrumpida adoración al Santísimo Sacramento desde 1.874, y esa fe y devoción la han llevado a otras latitudes, donde también han construido monasterios para similares fines. Esas hermanitas han sacrificado su vida entera, dejado todo, por seguir en ese propósito de adoración. Aunque nosotros sabemos que la figura del Santísimo Sacramento es sólo una alegórica apología del Logos Solar despuntando al alba, no podemos desconocer la motivación y la dedicación de esa congregación.

Igualmente, estamos convencidos que ellas no trabajan con los Tres Factores, pero es claro que ese trabajo tendrán que hacerlo en subsiguientes existencias. A esas almas las vemos puras y corazón santo.

En muchísimos países del mundo actual, hay fundaciones y organizaciones que defienden y ayudan a luchar en favor de los desposeídos, de los hambrientos, de los  enfermos, de los huérfanos y de la infancia abandonada. Gente que renuncia a todo para ejercer su ministerio abnegado de compasión y misericordia por el prójimo. Por tanto, afirmamos que sólo las almas de corazón compasivo podrán sentir misericordia. Es indudable que dando es como se recibe. Por esa razón, es seguro que, a su nivel y entender, esas personas tienen alma pura y corazón santo.

Hay también muchos hermanos gnósticos, seres de linaje sagrado, linaje del Cristo, que están sembrando árboles de luz divina, faros de luz para entregar el mensaje de salvación, y ayudar a las almas en esta hora crepuscular. Esos hermanos también sacrifican todo para convertirse en Socios de la misión del Gran Sabaoth, el de arriba, el del Camino del Medio, el Misericordioso.

En estos tiempos de juego agregado, todavía hay encendida una tenue luz de esperanza, el Cristo Sabaoth, el Santo, el Verbo de Dios, que todo lo puede.

Sólo la Gnosis te enseña a tener de verdad, un alma pura y un corazón santo.

En alabanza y gloria  del Cristo Sabaoth, es que al final de la Misa gnóstica, se proclama la expresión:

“Santo, Santo, Santo, Señor de Sabaoth.”

Rogamos que el Sabaoth Verbo, el Sabaoth Cristo, nos bendiga y ayude en todo momento a encarnar sus virtudes y seamos dignos de recibir las bendiciones del Cielo de Arriba, para que todos nosotros tengamos un alma pura y un corazón santo, para gloria de Dios.

Amén. Amén. Amén


GNOSIS DE VANGUARDIA

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