Imagen: Archivo Digital. |
Urgente tomar la Gnosis y
resemantizarla. Hay que sacar la Gnosis de las 4 paredes en que se la quiere
mantener secuestrada, aislada, desconectada del ser humano que vive
identificado, fascinado con el mundo y sus emocionales arquetipos.
Resemantizar la Gnosis es
volverla práctica, transparente, útil, asequible a nuestros semejantes.
Demostrar que esta sabiduría es necesaria, e indispensable al hombre actual, y
que solo a través de ella se puede sobrellevar el duro peso de la existencia,
que con su trafago, su dinámica materialista y estresante está arruinando la
vida de todos.
Resemantizar es darle un
significado actual; es cambiar los patrones de la Morfología, la Lingüística y
la Semántica desgastados, envejecidos. Cambiar los paradigmas y dejar de hablar
como loros o como Maestros Ascendidos de la Tercera Montaña, cuando ni siquiera
se ha pasado de las iniciaciones menores.
Hay que dejar de hablar
estigmatizando personas, diabolizando a los Maestros que no seguimos. Siguiendo
personalidades humanas. Atomizando la Gnosis en grupitos de fanáticos
empedernidos que aparentan ser Ángeles en los lumisiales y afuera son peor que
los saduceos lanzando al abismo a sus prosélitos. Urgente dejar de meterle
miedos a la gente, más bien hay que atraer a las personas por la felicidad que produce vivir de acuerdo a los parámetros de esta
milenaria sabiduría.
La Gnosis en los tiempos
actuales tiene que abrir puertas a la humanidad. Tiene que usar todas las
estrategias pedagógicas, didácticas y metodológicas existentes para robarle el
fuego al diablo.
Es suicida seguir parcelando la
sabiduría del Universo en perseguidos o perseguidores; en samaelianos confesos
y compulsivos, en garghakuchinistas, en rabolunianos, o en tantos otros
grupitos estigmatizados con la descalificación, la discriminación o con
inacabables persecuciones, como si todos no fuésemos harina del mismo costal
del Cristo Redentor.
Un ejército por grande y
poderoso que sea, si está fragmentado y con, objetivos, estrategias y tácticas
diferentes, corre el riesgo de ser derrotado.
Resemantizar la Gnosis es dejar
de agredirse mutuamente. Es vernos como hermanos, miembros de un linaje
sagrado. Es empezar a vernos con el corazón, sentirnos hermanos y amarnos los
unos con los otros. Es saber que somos portadores de la Verdad liberadora. Que
el verdadero mana de Vida Eterna habita entre nosotros. Sentirnos que todo esto
es pasajero, que nuestra verdadera lucha es contra nuestro petrificado ego, que
nos ha vuelto infelices.
Urgente convencernos que todos
nuestros esfuerzos de instante en instante, deben estar dirigidos a volver,
como el hijo prodigo a la casa del Padre, a la Jerusalén de arriba, la Patria
del Espíritu, la Heliópolis celestial. La historia dirá si tuvimos el coraje y
la nobleza para resemantizar la Gnosis o si nos quedamos mirando hacia atrás y
nos volvimos estatuas de sal.
IAO IAO IAO IN HOC SIGNUS VINCIS
MARIANO JOSE HERRERA
VILLERA
MAESTRO M.K.
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