viernes, 27 de octubre de 2023

¿POR QUÉ TU VERBO NO HACE MILAGROS ?

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios."


"Este era en el principio con Dios, todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fué hecho". Así dice textualmente el evangelio de Juan en el primer capítulo.


El Verbo es el Cristo, si alguien quisiera reemplazar la palabra Verbo que está en mayúsculas por la palabra Cristo, entonces entendería muchísimo mejor sus versículos del anterior evangelio.


El Verbo es el Cristo, es el poder del Dios Creador a través de su Hijo perfecto. Es el Sonido, la nota pentagramatica que sostiene el Universo en su marcha triunfal. Es la vibración que junta y amalgama todas las vibraciones. 


Todo lo que vibra produce un sonido, una nota sonora, sea audible o no para el humano. El Verbo es el Fuego Divino que ha hecho posible toda la Creación y que palpita en el corazón, en el núcleo de todo lo existente. He ahí por qué Pablo Apóstol dice que: "Dios es un Fuego Abrasador".


No olvidemos que el Fuego es un elemento de Dios, misterioso, incogniscible, infinito y Eterno, que es capaz de crear y de modificar átomos.

El Fuego es Dios, esa es la razón que asiste al Gran Maestro Hilarión en su epístola a afirmar en 1 Corintios 3.13

"Y la Obra, cualquiera que ella sea será probada por el Fuego". Si admitimos que Dios es Fuego, será entonces muy fácil entender esa frase y sabríamos su verdadero mensaje que es: "Y la Obra, cualquiera que ella sea, será probada por Dios". Lo cual significa que todas nuestras Obras están a la vista y conocimiento de Dios. Que para Dios no hay nada oculto, Dios todo lo ve.


Ahora bien, el Verbo es el Poder de todo Iniciado, de todo ser de Luz, sin embargo, hemos visto durante casi medio siglo en las filas del gnosticismo, que muchos hermanos carecen de Poder en el Verbo.


Como caminante del sendero del Cristo, podría suponer que no tienen Poder en el Verbo por el mal uso que se hace de la palabra. Veamos estos ejemplos:


1. Decir mentiras.

2. Exagerar.

3. Maldecir.

4. Jugar con expresiones de eventos perjudiciales.

5. Fornicar.

6. Fingir.

La siguiente lista de frases comunes y frecuentes en muchas personas, confirman que el mal uso del Verbo perjudica nuestras vidas y crea campos propicios para nuestro malestar:


1. A mi me hace eso y yo lo mato.


2. Yo veo eso y me muero.


3. Ay, es que a mi me da un infarto.


4. Yo lo mato a golpes.


5. Se salva porque es mi hermano, sino lo ahorco.


6. Te consigo con otra y te doy un tiro.


7. A mí me da esa enfermedad y me mata.


8. Vete pa'l infierno.


9. Ojalá te mate un rayo.


10. Si no me paga, lo mato.


11. Me sale con eso, y le tuerzo el pescuezo.


12. Tu así no llegas a ninguna parte.


13. Yo no perdono. El que me la hace riendo, me la paga llorando.


14. Fulano es el propio diablo.


15. Ese es un maldito.


16. Fulano no sale de una enfermedad, mejor que se muera.

17. Vete pa'l infierno, no sirves para nada.


18. Hasta Dios se olvidó de mí.


19. Pendejo JesusCristo que se dejó crucificar.


20. Yo no creo en Dios ni en nadie.


21. Ese no se cura ni que bajen los ángeles.


22. Tengo esperanza en Dios que se quede arruinado.


23. Hoy presiento que me va a ir mal. Estoy que me muero.


24. Ojalá lo parta un rayo.


25. Dios se ha equivocado y él sabe que se ha equivocado.


26. A Dios no le gusta la gente pobre.


27. Dios no debería haber hecho a los negros.


28. Si Dios existiera de verdad, no habría tanta enfermedad, tanta maldad.


29. Yo no fío porque tendría que matar al que no me pague.


30. A mí me parece que debes matarlo y hacerlo cubitos.


Las frases anteriores destruyen el Poder del Verbo Creador y solo sirven para revertirse contra las mismas personas causándoles daño.


La palabra que emitimos es una señal que el Universo recibe y se devuelve hacia su propio emisor y casi siempre con mayor fuerza.

Esas palabras modifican negativamente nuestro magnetismo individual. Es preciso recordar que: "Dime de que hablas y te diré quién eres".


Nunca nos cansamos de afirmar que la Gnosis es para despertar consciencia, no para ser borregos de nadie.


Es falso, falaz, y fraudulento el grito de pastores que dicen:


1. Yo decreto sanidad en el nombre de Jesús.


2. Yo decreto abundancia, prosperidad y paz para todos ustedes.


3. Te reprendo demonio, vete de aquí.


4. Decreto felicidad eterna para ustedes.


Es obvio que nadie puede pasar por encima de la Ley Divina y sus juicios. Si alguien está enfermo, de seguro que tiene una transgresión a la Ley, pues la enfermedad es una consecuencia de ello.


Ningun pastor fornicario o adúltero podrá tener poder en el Verbo, pues su poder luz se ha extinguido porque ha desechado el Fuego Divino y ha mancillado el honor del Espíritu Santo. Ha fornicado. Está lleno de vanidad, de avaricia, de lujuria y de pecado.

Ahora y por tanto, tampoco puede decretar abundancia ni prosperidad y mucho menos paz. La Paz es el fruto de un Alma pura que ha sacado los mercaderes del Templo del Dios Vivo y ningún ministro religioso concupiscente, puede sacarle los egos a otros. Similarmente, un demonio no puede reprender a otro demonio y expulsarlo de un curerpo ajeno. En tal caso, el que lo expulsa deberia tener mas nivel demoniaco que el expulsado. ¿Tendremos entonces, demonios expulsando a demonios?


La felicidad es la presencia total del Cristo en nuestras vidas. Y eso está relacionado con nuestros méritos y con los Arcontes del Destino. Asi que es una payasada de circo, esto que decretan los llamados pastores religiosos, que dicho sea de paso, son sanguijuelas que nunca trabajan y viven chupando la sangre a sus feligreses.


Cuando somos castos, cuando nos hemos arrepentido sinceramente de nuestros transgresiones, y hemos buscado con honradez y fe sincera los caminos de la Luz del Cristo, cuando usamos bien el Verbo, entonces nuestra palabra es un Poder bajo el cual tiemblan los Cuatro Elementos y obedece la Creación Entera. En ese momento es que se cumple lo dicho en el Apocalipsis:

"Os hemos constituido en Reyes y Sacerdotes sobre la Creación". Y eso significa que, como Reyes podemos mandar, y como Sacerdotes podemos bendecir. Hacer estas cosas antes, es mentira y abominación a Dios.


Hay un proverbio popular que dice: "La lengua es castigo del cuerpo".


Del Ángel Adonay aprendí que cada palabra antes de ser pronunciada recorre vibracionalmente 7 veces nuestro organismo. Por tanto, queda un registro, una huella en nosotros de todas nuestras palabras.


Toda palabra agresiva u obscena arroja al discípulo fuera del camino. Esas razones son las que hacen decir al Cristo: "Por vuestras palabras seréis juzgados o por vuestras palabras seréis justificados."


Si en vez de agredir, malponer, calumniar, maldecir y hacer mal uso del Verbo, practicáramos un Canon del Verbo, y agregáramos una conducta del recto pensar, entonces recobraríamos el Poder del Verbo. Diriamos el "Talita Kumi", y resucitaríamos muertos.


Es urgente y necesario cambiar el mal uso del Verbo. Muy conveniente sería permanecer alertas y empezar a crear paradigmas verbales que construyan Fuerza, Poder y Gloria para nuestro Verbo. Para verdaderamente honrar a nuestro Padre, así en la tierra como en los cielos.

Recitar las siguientes frases en la mañana en ayunas y acabando de levantarnos e igualmente antes de dormir, es darnos oportunidad para formar un Verbo de Fuego, unido a la castidad y a la buena Fe.


"Yo soy la Luz del mundo."


"Yo soy Dios manifestado en esta tercera dimensión."


"Yo siempre logro lo que me propongo porque Dios está conmigo."


"En mis planes siempre triunfo, porque Dios es mi socio."


"Nadie podrá hacerme daño y quien lo intente no tendrá éxito."


Perfectamente enterados y convencidos que el Verbo es el Cristo, que el Verbo es Dios, habremos de cuidar y saber que el Verbo es asunto de transmutación y de hermetismo.


Que el Poder del Verbo nos bendiga y proteja siempre.

Amén. Amén. Amén.


MARIANO JOSÉ HERRERA V. 

M. K.

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