La Gnosis es una verdadera religión, y ese vocablo, desde el punto de vista semántico, proviene del prefijo Re que significa volver a, y el verbo latino ligo, ligare, que significa unir. Así que la palabra Re-ligare, significa volver a ligar, volver a unir, a atar. Y en ese sentido tendrían razón los místicos piadosos o anacoretas gnosticos: la Gnosis es un camino para volvernos a unir, a encontrar con nuestro Dios íntimo particular y crear así lo que la gente llama Comunión, aún sin conocer el trascendental significado del término.
El problema es que quien aprecia la Gnosis como religión, de inmediato le aflora el ego del fanatismo y cae en persecución, descalificación, destrucción, alienación y discriminación de los demás. Lastimando así al resto de la humanidad; e incluso, a otros grupos gnosticos produciendo divisiones y sembrando discordias con sus insensatas o malévolas acciones.
Es claro y evidente que la Gnosis tiene una forma especial y única de alabar, de adorar y comunicarse con las Divinidades; y a esa forma se le llama Liturgia, la cual tiene espacios especiales en las congregaciones gnósticas, con disposiciones y ritos muy ancestrales que explican el mundo de Dios, sus Misterios y Enseñanzas Sagradas.
A esos rituales gnosticos no pueden entrar sino los ungidos en la senda, previo el cumplimiento de exigentes requisitos y a normas estatutarias de cada institución.
Los libros sagrados de Liturgia son Siete y contienen trabajos como:
Los Siete Canones de la Muerte Mística, que son trabajos de purificación y limpieza de nuestra mente y alma.
Precepto del Día con Ra. Precepto con las Siete Palabras. Precepto con la Madre Divina.
También existe el libro de Heliópolis, el cual contiene valiosos y efectivos trabajos para conciliar con la Ley Divina o Ceremonias para lograr sus beneficios. De ellos pudiéramos mencionar, la Ceremonia de Arrepentimiento con los 49 decretos del Cristo. Ceremonia con el Forum Divino. Ceremonia con los Ángeles de la Vida. Ceremonia con el Ángel Adonay. Ceremonia con los Señores del Kas o los Dioses de la Plasmación.
Tenemos también el Libro de los Sacramentos en el cual están contenidos los Siete Sacramentos con los Arcángeles que los regentan, para administrar a los feligreses.
El libro de Osiris contiene los Ocho Rituales Gnosticos, incluído el ritual del Octuple Sendero cuya finalidad esencial es ayudar al Iniciado a crear los valores conscientivos para borrar el estigma de la Bestia y de la mano de su propia Madre Divina, retomar los Principios del Octuple Sendero de Perfección.
Así mismo, el libro de Osiris también incluye los hermosos rituales del Equinoccio de Primavera, del Equinoccio de los Dioses, Ritual de Tlaloc. Ritual del Ormuz Sagrado, Ritual del Gran Espíritu de Dios, Ritual del Lavatorio de los Pies, Ritual de Resurrección, Ritual de Navidad. Ritual del Primer Cielo y muchas otras maravillosas manifestaciones liturgicas laudatorias de la Divinidad.
Esta Liturgia es Iniciática, porque la antigua liturgia era muy hermosa, pero insuficiente e incompleta.
La moderna liturgia Tertii Millenium incluye el libro de Alta Teurgia con trabajos de Teurgia Natural, y Teurgia Hermética, la cual posee Conos Energéticos con los Siete Logos, la Sublimación de la Energía Creadora, la Armonización con los Asteritmos y los trabajos de Armonización y Transmutación Sexual.
El libro de Isis es un verdadero Tesoro de la Moderna liturgia gnóstica y entre sus joyas destacan El Principio del Hermetismo, Principio del Octuple Sendero, Principio Probatorio Físico y Espiritual, la Máxima del Cornus Servi y el Ritual para la Inmortalizacion del Budhatta, el cual nos pone en contacto con nuestras Memorias Cósmicas, e Inmortaliza esa manifestación de nuestra alma humana, para así retomar el camino cristico desde donde lo dejo el Iniciado que fuimos en existencias anteriores.
Ahora bien, muchos gnósticos han tomado la perspectiva de que la Gnosis es una religión; aún así, todas esas formas liturgicas que hemos nombrado y muchas más, son fruto del amor a Dios, del conocimiento, de la Sabiduría de la Gnosis como Ciencia. Todo ello, nos lleva a la conclusión univoca y objetiva que: para la Autorrealización Íntima del Ser se necesita juntar equilibradamente la Ciencia con la Religión, creando una simbiosis como la de los cordones de Ida y Pingala que ayudan a subir la fuerza del Kundalini hasta los dos hemisferios cerebrales para después reposarla en el Templo Corazón donde mora el Niño de la Edad de Oro, el Niño Dios, nuestro Señor y Único Salvador.
A él sea la Gloria, el Poder y la Gracia del Imperio Sempiterno.
Amén. Amén. Amén.
Gnosis de Vanguardia.
MARIANO JOSÉ HERRERA V.
M. K.
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