martes, 8 de diciembre de 2020

EL MUNDO AL REVES

El mundo de hoy está al revés. Así como está y por la autopista en que velozmente se mueve, va camino a una urgente autodestrucción.

La civilización entera está produciendo los motivos, los gérmenes de su propia autodestrucción. Es decir, la Ciencia, la Tecnología, las políticas públicas de muchos Estados, la enseñanza actual, la justicia, los cánones y preceptos sociales están al revés en el mundo de hoy.

Lo que antes era de bueno, hoy es malo. Lo que antes era prohibido, hoy es permitido. Lo que antes era oculto, hoy es público. Lo que antes era vergüenza, hoy es hazaña.

No hay valores. Los valores tienen un peso y una validez situacional, al igual que el mercado financiero de Wall Street. Suben o bajan según las situaciones, los intereses y los grupos de poder que los manipulen.

La falsa ciencia está quemando combustibles fósiles y lanzando diariamente a la atmósfera millones de toneladas métricas de gases con efecto invernadero, que han producido el cambio climático y mucho daño a todos los países en su infraestructura civil, en su agricultura, en su alimentación, en salud, en su crecimiento económico, en su nivel de empleo y en el bienestar general de la vida humana, y afectando severamente la biodiversidad.

La deforestación de bosques y la desertización de la tierra avanza a la escandalosa cifra de 8% anual. Al ritmo que vamos, la tierra en pocos años será un gran desierto, pues con la eliminación de los ríos que ahora son cloacas a cielo abierto, los lagos, los humedales y cuerpos de agua, en pocos años no tendremos ni comida, ni agua que beber, ni población humana que sobreviva a este proceso suicida. A este mundo al revés.

Para el año 2.050, dos terceras partes de la población de la tierra vivirá el “stress hídrico”; es decir, sufrirán escasez absoluta de agua. Para ese tiempo la tierra será considerada no segura para ningún ser vivo. Estamos a 1 o 2 grados centígrados de alcanzar el nivel del no retorno y las evidencias científicas expresan que el planeta tierra está en estado de emergencia planetaria.

Cada segundo que pasa, el planeta pierde un área de bosques del tamaño de una cancha de fútbol.

Si calculamos matemáticamente este daño ambiental, tendremos que: en un minuto se destruye un área de bosques de 60 estadios de fútbol. En una hora, tendríamos que multiplicar 60×60= 360 estadios. Y esta última cifra multiplicada por 24 horas diarias es igual a 8.640 estadios diariamente. Para calcular el daño anual, multiplicamos 8.640×365 días y tendremos la cifra mortal de 3. 153.600 estadios de fútbol que de bosques pasan a desierto. Agredimos de esta manera la tierra, la Madre Naturaleza y sembramos muerte, en vez de vida, nos convertimos en matricidas y posteriormente en suicidas inconscientes e irreversibles.

Cuando advienen las consecuencias, hipócritamente nos asombramos de noticias del cambio climático, del extremo calor o de excesivo frío en sitios que antes eran cálidos. Nos lamentamos de huracanes, tornados, tsunamis, terremotos, deslizamientos de tierra, “niños y niñas”, como ahora se le llama al exceso de lluvias o a la sequía inclemente que impide la agricultura y los frutos generosos de la tierra para alimentar a sus hijos, como es el caso de África, donde hay una hambruna de casi 47 millones de seres humanos, sin que nadie haga algo por ayudar a mitigar este cuadro de dolor y lágrimas. En este mundo al revés donde ahora vivimos.

Según cifras de la UNICEF, un total de 19.000 niños menores de 5 años, mueren diariamente por desnutrición en el mundo.

El año 2.019, el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, permitió tala total en Mato Grosso de una superficie de 11.000 km cuadrados, destruyendo árboles con más de 1.000 años de antigüedad.

El año pasado, Bolivia perdió 2.900 kilómetros cuadrados de bosques, talados para supuesta agricultura, que resultó cambiada por plantaciones de Coca, debido a que ese cultivo es más rentable económicamente para los campesinos de ese país. Por eso afirmamos que vivimos en un mundo al revés.

Bogotá perdió el 98% de ecosistemas que una vez fueron humedales y hoy día sólo existen 726 hectáreas, de un total de 50.000 que eran en principio. Razón de su actual racionamiento y escasez de agua.

El mundo está al revés en todos los aspectos del ser y del quehacer. La llamada Ciencia oficial no tiene, ni ha tenido jamás ningún límite ético. Eso no existe para los científicos. Esta Ciencia del ojo, como la llamó el Sabio Salomón, está destruyendo el planeta y el sano equilibrio de las especies. Está haciendo imposible la vida y finalmente, conseguirá, “sin querer, queriendo” borrar todo vestigio de formas vivientes de la faz de la tierra.

Es amoral lo que estamos viendo y viviendo. La siguiente cifra prueba estas afirmaciones anteriores sobre el impacto mortal de la Ciencia: 7 MIL MILLONES de toneladas de CO2 (Dióxido de Carbono), son lanzadas cada año a la atmósfera. Destruyendo así la capa de Ozono, produciendo el deshielo del casquete polar, aumentando el nivel de los mares, inundando ciudades costeras, como ha ocurrido en Venecia este año, y como ocurrirá en pocos años con muchas otras ciudades en diferentes lugares del mundo.

Cualquier desprevenido lector pudiera pensar que estos temas no son de Gnosis, y nosotros afirmamos que la Gnosis está en todas partes. Justamente, por falta de Gnosis es que la gente actúa sin brújula, destruyendo todo. Hasta su propia vida. Lanzando al abismo y a la muerte segunda a su propia alma, por el cochino dinero, por el desaforado afán de dinero. Por falta de Gnosis es que el mundo está al revés y se encamina hacia su doloroso final.

Estos temas en este y en artículos anteriores, los hemos desarrollado así, para demostrar el estado caótico, anárquico y deteriorado de la actual sociedad mundial, vinculando tales circunstancias con la carencia de principios espirituales. Todo ello como consecuencia de un Infinito vacío existencial, de un agujero negro, en el alma colectiva del liderazgo terrenal. Demostramos de esta forma que, los gnósticos conocemos el libreto de esta novela kafkiana y conocemos el futuro en el que ya no viviremos, pues la maldad humana y sus sabios inconscientes y encumbrados, habrán extinguido toda manifestación de vida sobre el rostro de la Madre Tierra.

En este mundo al revés no hay valores que perduren, ni que se practiquen con convicción. Alguna vez escribimos que los valores son frutos del consenso social, de una época, de una región geográfica, de una cultura y hasta de unos intereses. Los valores están ubicados en la mente, en el intelecto. Mientras que las virtudes están ubicadas en el alma. No pertenecen al tiempo. Las virtudes son eternas y tampoco se extinguen con la muerte. Razones más que suficientes para que desarrollemos virtudes. Pero imposible ninguna virtud sin castidad, sin el lecho Santo y sin mancilla.

Un mundo al revés, porque ser corrupto, ser traficante, ser extorsionista, oportunista, ser mentiroso y violento, ser infiel y promiscuo, es bueno, en la inversión general de valores que ahora vemos. Ser educado, cumplir con las normas de urbanidad, respetuoso y cumplidor de sus deberes y obligaciones es cosa de tontos.

La humanidad ya ni piensa. El japonesito que inventó los más de mil emoticones, es el que piensa ahora. Y con sus figuritas te responde lo que quieres decir. Asombroso que, ante un artículo, un comunicado, ante una excelente poesía, o cualquier comunicación, la gente responda con una manito, una carita.

Despierta, y date cuenta que te robaron la capacidad de pensar, en este mundo al revés.

En estos tiempos de Consciencia súper dormida, de fascinación total, de ignorancia. De gente floja, a los pueblos les gustan los líderes populistas, embusteros, falaces, con un discurso de promesas incumplibles. El populismo siempre castiga y perjudica a quienes aparenta beneficiar.

Eso le gusta a la gente, y por eso, a nivel mundial muchos políticos demagogos han sido elegidos en altas magistraturas, y como jamás pueden cumplir sus promesas, se convierten en verdaderos verdugos para sus pueblos, en pesadillas. Y peor aún, el presidente saliente siempre quiere imponer a su sucesor. Casos hay por doquier.

Jamás hemos conocido un político veraz. Ni honesto. Ni sincero, ni desinteresado, ni altruista. Esas son cualidades de gente avanzada, superior y los políticos no lo son.

Este es un mundo al revés, porque está basado en el trapecio de la mentira. En el mal. A la gente le gusta que le mientan. Por eso, el Maestro Gargha Kuichines lo dijo lapidariamente con su Verbo de fuego: “La mentira la cree todo el mundo, pero la verdad ni con testigos.”

Este es un mundo de hipocresías. Gran parte de la población africana sufre una hambruna genocida, falta de agua, de alimentos, de medicamentos, una terrible crisis de salud, anterior a esta pandemia y esa situación origina una fuerte tendencia migratoria hacia Europa, que los rechaza frontalmente, los persigue, los apresa y deporta porque en su inmaculado territorio no quiere “negros” hambrientos. Las islas de Lampedusa en Italia, el enclave colonial de Gibraltar y las Islas Canarias son fortalezas blindadas para impedir que esos seres lleguen al continente europeo, aunque con ello destruyan la economía turística de esas regiones, lo importante es que no se permita su entrada a tierra firme. Pobres, hambrientos y rechazados viven un infierno aquí en la tierra. Karma implacable por desobedecer las leyes divinas.

En Washington me dijo un amigo misionero que con la comida que se bota en Estados Unidos sería suficiente para acabar con el hambre en el mundo. Y creo que no es la falta de producción de alimentos, sino la mala distribución de ellos. O carencia de poder adquisitivo.

Está tan al revés el mundo que los pantalones rotos valen más que los clásicos. Que el mal es más abundante que el bien. Tan al revés que los poderes y virtudes del Cristo están en el infierno secuestrados por el Satanás individual. Por eso el Ritual gnóstico dice: “Seth ha capturado a Horus mientras vigilaba la construcción de las murallas del Templo Interior en los campos de la paz.” Aparentemente el hombre ha puesto la materia por encima del Espíritu. Las cosas espirituales nadie las quiere, ni las valora.

En New York me dijo un amigo judío: “Esas virtudes tuyas no sirven para ir al supermercado.”

Bienaventurados los gnósticos porque nuestro mundo no está al revés. Porque marchamos alegres de la mano de la Madre Divina hacia el seno del Omnimisericordioso.

Bienaventurados todos nosotros porque hemos resistido la feroz arremetida de la humanidad y con Fe y voluntad hemos sido fieles al Cristo y a las enseñanzas del Avatara Samael.

Bienaventurados los limpios de corazón, los que permanezcamos en castidad y azotando los mercaderes del templo de Dios.

Bienaventurados los que permanezcamos en el pacto con Dios, porque Dios jamás se desentenderá de nosotros.

Bienaventurados todos nosotros porque amamos a Dios sobre todas las cosas.

Bienaventurados los gnósticos porque amamos y cuidamos la Madre Naturaleza, porque es una manifestación del poder de Dios, por lo cual, donde quiera que nos encontremos seremos asistidos y amparados, pues somos triunfadores con Cristo y participamos de la gloria de su Santísima Sangre.

Bienaventurados los que hayamos practicado la doctrina del amor del Cristo, porque tendremos el galardón prometido a los heroicos luchadores de la Luz. Y podremos ver el rostro de Dios y participar de su Santo Reino.

Podemos mirar el Sol de frente, porque fuimos concebidos para la Luz.

“Gloria a los hijos del Sol.

Gloria a los Dioses Solares.

Benditos los que tienen al Dios Horus encarnado,

Benditos los que le amen y le sirvan.”

¡¡¡Salve. Salve. Salve!!!

MARIANO JOSÉ HERRERA VILLERA

M.K.


GNOSIS DE VANGUARDIA

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