EL CRISTO, LA MADRE DIVINA Y LA SALVACIÓN

REFLEXION XLIX

“Dios es Espíritu puro, y los que le adoren, le adorarán en Espíritu y en Verdad,” dice el Evangelio de Mateo.

Para manifestar su gloria en el plano físico, el Padre tiene que producir un desdoblamiento de su poder en el Hijo, que es a quien en la Ciencia espiritual le llaman el Cristo, la quinta esencia de todo cuanto existe.

El Hijo tiene la misma naturaleza del Padre. Tiene la cualidad de ser en sí mismo. Ese es el don de la continencia, que Tomás de Kempis argumenta como la Cuarta virtud de la existencia de Dios, independiente de todo.

El Hijo contiene todo el amor del Padre. Y su energía y Consciencia son absolutamente indispensables e inherentes a todo mundo, a toda creación. Inherentes a todo lo que existe.

El Hijo tiene el amor del Padre. Es el amor del Padre manifestado a toda la Creación. Es la condición de Dios que permite crear todo. Es el Verbo Divino. La palabra de Poder que crea todo lo que existe. EL Hijo es el fuego Divino que posibilita la existencia de todos los seres, ya sean vegetales, animales o angelicales.

La virtud más excelsa y elevada del Hijo es el amor. El amor como Energía, como Inteligencia, como Consciencia Cósmica, que debe, a su vez, desdoblarse en el Espíritu Santo, para dar Vida. Sólo el amor físico, hace posible la vida física. El amor espiritual entre seres Inefables, entre Dioses y Diosas, produce seres celestiales. Células cósmicas que crean nuevos mundos, nuevos cosmos.

Para que el amor del Cristo, o sea del Hijo, pueda dar vida, es totalmente indispensable que el Espíritu Santo desdoble en sí mismo, su energía en otra polaridad de naturaleza femenina, creándose así la derivación de la Madre Divina Kundalini, que es la Gran fecundadora y procreadora de todos los seres que existen. Ella es la Madre de Dios y de los hombres. Es la única Madre que nos lleva seguros, de la mano, hacia el seno del Omnimisericordioso. Es el amor fecundo y fiel, que se desdobla en 5 manifestaciones maravillosas y que hasta en el mismo infierno nos acompaña, bajo la advocación de Hécate Proserpina, para purificar, para limpiar nuestra alma del pecado, del ego animal que nos lleva a esos estados de desintegración y sufrimiento.

Esa mujer fuego, mujer serpiente, ese fohat maravilloso que se ha escondido en el chacra Muladhara es la bendición a que metafóricamente alude el Cristo en la Tercera Palabra en la Cruz, al decir: “Madre, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre.” Ella es la heredad que el Cristo nos dejó. La misma que hizo posible el Nacimiento del Redentor, porque el Cristo es Hijo de la Madre Inmaculada y también es su Salvador y su máximo tesoro.

Así como nuestra madre física nos pare en el acto del nacimiento biológico, y nos cuida durante toda la vida. Similarmente, la Madre Divina Kundalini nos cuida, nos protege y nos ayuda desde la niñez del alma.

Es ella, como manifestación derivada del Espíritu del Dios Vivo, la que tiene a su cargo todo el proceso de ascenso espiritual y conscientivo de nuestro Cristo Íntimo, hasta llevarnos al encuentro con él, a que resucitemos con él, en la Tercera Iniciación de Misterios del Fuego.

Por ser la anterior afirmación una verdad absoluta e irrefutable, es que todo aspirante al Sendero de la Luz tiene necesariamente que acudir a su Madre Divina y convertirse en su fiel devoto. Trabajar la castidad, la santidad y ser constante y decidido en la eliminación de los defectos. Porque esa es la condición que ella exige para ayudarnos y protegernos en el camino hacia la Luz, hacia el Cristo.

Muchos hermanos han asistido al Ritual Gnóstico de Iniciación, pero ese es un Ritual que dura toda la vida. Que contiene claves importantes del camino del Cristo. Por esa razón, el Maestro Samael decía que: “La Iniciación es la vida misma, sabiamente vivida.” En ese ritual hay una frase pequeña que dice el Sacerdote al neófito, antes que le quiten la venda negra de sus ojos: “Fiat Lux,” y le sopla en cruz.

Parece pasar inadvertida dicha frase. Sin embargo, su significado profundo lo obtenemos cuando comprendemos que el Íntimo tiene dos almas: Budhi y Manas. Budhi es el alma femenina y Manas, la masculina. Cuando ocurre la Resurrección del Cristo en nosotros, esas dos almas se unen, se integran, y es entonces cuando se produce la Luz.

Sólo la Luz salva. Sólo cuando se experimenta esa fusión de las dos almas, es cuando se activan, se liberan todos los poderes luz de nuestro Cristo, de Atman, el Inefable.

Simbólicamente hablando, esas dos almas equivalen a las dos llaves de San Pedro, que son una de oro, representando al hombre y otra de plata a la mujer. Ambas llaves están amarradas por un cordón blanco, que significa el cordón seminal. Esa es la representación de la célula cósmica que somos y que antes estaba dividida en dos. Pero que ahora con la castidad en el acto tántrico, con la renuncia al pecado y el trabajo de eliminar los defectos o aniquilación budhista, hace posible la Resurrección del Cristo en nosotros. Todo ese trabajo es elaborado y dirigido cuidadosamente por la Madre Divina.

Desde aquel glorioso “Fiat Lux”, pronunciado por el sacerdote oficiante en el Ritual de Iniciación, hasta vivir esa realidad en nuestra vida espiritual, pueden pasar siglos, a veces varias existencias y todos esos altibajos, todos esos procesos, los acompaña en nosotros, la Madre Divina. Caídas, bajadas, subidas, pruebas, traiciones, triunfos, derrotas, extravíos, rebeldías, obediencias, procesos de luz y de tinieblas, forman ese duro trajinar. Y aunque nuestra Madre sufra y llore lo indecible, ella nunca nos abandona. En su ritual de Segundo Grado, la Madre Divina exclama: “Me hace sufrir demasiado el hijo pecador.”

La mayoría de los hermanos gnósticos se consagran, empiezan su trabajo inspirados por su fe y deseos de superación espiritual, pero no saben en qué punto exacto dejó su antecesor el trabajo. Ignoran hasta donde llegó su alma en la encarnación anterior. Por lo tanto, es imprescindible realizar el Ritual de Libaciones, para empezar el trabajo donde lo dejó el Iniciado que fuimos en la vida anterior. Si hacemos ese ritual, tendríamos una gran ventaja, por el poco tiempo de que disponemos para avanzar en el despertar de la Consciencia.

Sin la existencia de la Madre Divina y su compasiva misión, no sería posible la cristificación, la ascensión a los cielos y fracasaría el hombre en su intento de regresar a las moradas celestiales. A la casa del Padre. Al seno de la Paz. De esa Paz que no es posible con miles de defectos en nuestra alma. Por esa misma razón, las religiones que niegan la Virgen como Madre de Dios y madre de los hombres, son un fracaso. Están a medio camino del ateísmo más ignorante.

Eso es exactamente igual al caso de los hombres que no aceptan la necesidad de la mujer para superarse, para transmutar sus energías y lograr la iluminación, fracasan.

Hay algunos hombres que no niegan la colaboración indispensable que necesitan de su pareja femenina, pero en cambio, maltratan su naturaleza, la humillan, la ultrajan, la agobian, la insultan y no tienen ninguna consideración con ella. La convierten en objeto, más no en sujeto de amor puro y radiante. Ese tipo de hombres jamás llegarán a ninguna Iniciación, serán fracasados espirituales, porque la Madre Divina Kundalini, en esas condiciones no despierta jamás. Más bien, ella huye de los posesivos, celosos, iracundos y fornicarios. Y al irse ella, todos quedan sumergidos en el reino de las tinieblas, del dolor y el llanto.

La Madre Divina activada en sus energías transcendentales durante el acto sexual, tiene el poder de eliminar los defectos, si previamente los hemos comprendido en los 49 niveles de la mente. Únicamente ella puede borrar el signo de la bestia, de la Gran Ramera, que es el número 666, marcado en la frente de todo pecador. Sólo ella puede dar el renuevo a nuestra alma y signarnos con el 888, que es el número de quién ha tomado el Óctuple Sendero de Perfección y en su santísima Tríada aparece el símbolo del Infinito Geométrico en la entidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El ritual de Octavo Grado dice regiamente:

-- “No olvidéis tu Número Santo, la Tríada Perfecta, el 888, el Número del Logos, los ocho Kabires del Infinito Geométrico.”

-- “La Naturaleza Geométrica en cada cosa del Cosmos es Fuerza y está representada por el símbolo más poderoso de toda la Cuadratura del Círculo en su eterno girar, el 888.”

-- “Ese es el símbolo Cósmico de la Causa existente por sí misma, es indefendible.”

-- “Más si vosotros miráis el punto céntrico de la Cuadratura del Círculo, veréis que allí estoy yo, gestando el girar del Círculo mismo.”

La Madre Divina nos dice en su ritual:

“Yo soy la Serpiente que da la Sabiduría, Placeres y Gloria Pura y que levanta con embriaguez los corazones humanos.”

“Para honrarme a mí, bebed vinos espumosos, pero dejad a un lado las drogas malditas.”

“En favor de todos hablaré a mi Profeta. Sed felices por ello. No os dañarán. Es mentira. Es una falsedad esa tortura consigo mismo. La expresión de la ignorancia es una mentira”.

--Triunfad. Eso es todo.

Que la Divina Madre nos bendiga, nos vea con ojos de piedad y misericordia y nos acompañe siempre para llegar algún día al seno de nuestro Padre celestial.

Amén. Amén. Amén

PRACTICA

ANTES DE DORMIR

1* TOMAR RESPIRACIONES PROFUNDAS Y RELAJAR EL CUERPO.

2* HACER ESTA ORACIÓN MEDITADA.

"OH ISIS, MADRE MÍA DIVINA KUNDALINI, SERPIENTE ALADA DE LUZ. SIN TI ESTARÍA PERDIDO. TÚ ERES EL SECRETO GNOSTICO DE MI SER. EL PUNTO CÉNTRICO DE MI CONEXIÓN. MI CORAZÓN MISMO."

¡¡¡ LA ALADA ESFERA Y EL AZUL DEL CIELO SON TUYOS !!!

¡¡¡ OH ISIS !!! QUIERO MORIR EN MI MISMO, PARA QUE MI ALMA SE PIERDA EN EL OJO DE HORUS. RESUCITE EN EL CORAZÓN DE OSIRIS Y RESPLANDEZCA COMO UN DIAMANTE PRECIOSO EN LA FRENTE DE RA.

3* ADORMECERSE VOCALIZANDO ESTA SERIE MAMTRICA Y HACER LAS PETICIONES DE NUESTRAS NECESIDADES.

OAO KAKOF NA KHONSA

OAO KAKOF NA KHONSA

OAO KAKOF NA KHONSA

IAO SABAOTH

IAO SABAOTH

IAO SABAOTH.

RECUERDA HERMANO, QUE:

“EL HIJO FIEL AMA A SU MADRE Y ELLA LE LLEVA DE LA MANO POR EL CAMINO DEL BIEN. EL HIJO INFIEL SE OLVIDA DE SU MADRE, SE EXTRAVIA Y CAE EN EL ERROR. LEY ES LEY. Y LA LEY SE CUMPLE.”

 

MARIANO JOSÉ HERRERA VILLERA

M.K.

GNOSIS DE VANGUARDIA

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