El pueblo gnóstico de la tierra es rebelde. Divisionista, fanático irreductible y contradictor. En esto es muy parecido al pueblo del Israel terrenal. Por lo cual, alguna vez el profeta Isaías dijo "Todo el día me he pasado luchando contra un pueblo rebelde y contradictor."
Samael no firmó ningún parcela miento a favor de ningún Maestro para que formara grupitos de seguidores, que por siempre se han disputado la autenticidad de la sabiduría gnóstica, o la pureza de la raigambre samaeliana. Y se han perseguido en muchos países, debilitando la misión de impartir la Gnosis sobre todo el mundo.
Descalificarse, perseguirse y calumniarse es una acción común de los grupos gnósticos, que aún persiste en estos momentos finales de la raza aria.
Hacer la Cadena de Irradiar Amor a la humanidad, pelear, perseguirnos y calumniarnos entre nosotros mismos es una falacia.
Es
cierto que el Verbo crea, pero las acciones destruyen.
La
Gnosis a enseñar en estos tiempos tiene que ser eminentemente práctica. Una
enseñanza que sirva, con la premura que ahora se necesita, para sacar el alma
humana de esa podredumbre donde ha estado por siglos. Por tanto, hay que
seleccionar los temas, los contenidos, mejorar la Metodología de la enseñanza y
asegurarse que sea útil en esta hora final.
Es
insensato e inocuo ponerse a publicar axiomas, misterios de la luz divina que
la gente no valora, ni entiende, ni mucho menos, va a practicar. Eso es tirarle
perlas a los cerdos.
Jamás
renunciaremos a nuestra doctrina. Dios quiera que en esta hora de la apostasía
y de la gran tribulación, no estemos mezclando la Ciencia Gnóstica con
creencias de filibusteros modernos que
son ciegos espirituales, que quieren pescar en el río revuelto del día del
Justo Juez.
Es
la hora de pensar, de meditar y tomar el
control del cuerpo emocional y saber asertivamente conducir este proceso.
Recordar
los antiguos verbos de Hermes Trismegisto es imprescindible. Querer. Poder.
Saber. Callar.
Para
que este proceso se cumpla se está realizando lo que en esoterismo se llama “la
Conmoción de los Éteres”. Tú lo sabes.
Es
la hora de la Consciencia. La hora de actuar no emocionalmente, sino
responsablemente. Para ayudar, hay que saber. Si no, se puede causar mucho
daño.
Qué
hermoso y bienaventurado sería que todos los gnósticos trabajaran en la misma
dirección y en el mismo sentido en este momento. Que se depusieran intereses y
fanatismos y esgrimiendo la bandera del Amor Incondicional y la Paz que nos
dejó como heredad suprema el Cristo, avanzáramos con gozo supremo hacia el
nuevo Día Cósmico.
Que el cielo guarde nuestros pasos y nuestros corazones.
Si usted no posee cuenta Paypal, favor comunicarse por nuestro correo electrónico. herreramarianoj@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario