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Sin
embargo, hay dos tipos de lingüística: La elemental y la transcendental. La
lingüística humana y la divina.
La
lingüística humana tiene muchas vertientes, muchos exegetas, muchos intérpretes
y, en su conjunto, conforma la llamada Torre de Babel. La eterna confusión de
lenguas.
Mientras
la lingüística humana es subjetiva y está sujeta a variadas interpretaciones,
la lingüística divina es univoca, es objetiva y corresponde a un sistema
universal de comunicación. A esto es a lo que se le llama supra lingüística.
La
lingüística divina o superior no utiliza caracteres, ni grafías, ni letras.
Utiliza códigos celestiales que sería imposible explicar o enumerar con lenguas
humanas, debido a la imperfección de estas y a sus limitantes comunicacionales.
Contrario
a lo concebido por Ferdinand de Saussure, en la lingüística universal no hay
diferenciación entre significado y significante, pues el mensaje, y/o
significado no hace tal diferencia. Es un todo. Se comprende desde el alma.
Mientras el mensaje de las lenguas humanas es entendido desde la mente. Esto en
los Misterios cristicos, quiere decir que quien interpreta es el ego, en sus
diferentes manifestaciones, con sus intereses y con su energía
infradimensional. Ahora comprenderemos la razón por la cual, esta comunicación
es no solo subjetiva, sino susceptible de equivocación.
Los
mensajes de la lingüística divina son objetivos, directos, precisos y concisos.
Sin embargo, para su cabal interpretación necesitan de un nivel conscientivo.
Descifrar símbolos o mensajes supra lingüísticos requiere del esfuerzo,
participación y colaboración del Centro Intelectual Superior y del Emocional
Superior, más algunas facultades del alma como: la intuición, la telepatía, la
clarividencia, la clariaudiencia, el oído oculto, el discernimiento superior y
el desarrollo del sentido espacial.
Urgente
recordar que cada centro tiene un aspecto superior y otro inferior. Uno
celestial y otro infernal. El centro intelectual tiene su parte superior en la
inteligencia. Y su parte inferior en el intelecto con su pesado fardo
materialismo, de falsa ciencia o ciencia del ojo. Sus teorías vanas e insubstanciales.
Sus conceptos y preconceptos, prejuicios y arrogancia descalificadora e
hiriente.
La
parte superior del Centro Intelectual se denomina Inteligencia, y modernamente
la UNESCO la ha definido como: “La capacidad de reaccionar ante los estímulos
del medio ambiente exterior o interior.”
Y también como: “La capacidad de almacenar información y manejarla.”
Los
mensajes de la lingüística divina son codificados por seres de luz y deben
decodificados y procesados por el alma, por la consciencia superlativa del ser.
En
la lingüística divina un solo elemento o símbolo tiene significado trascendente
y puede ser objeto de cuartillas enteras en la lingüística humana o terrenal.
Los
sueños, por ejemplo, tienen que ser descifrados según la lingüística superior.
Y casi siempre ocurre que no son fáciles de descifrar, porque hay que
estudiarlos por analogía, por antítesis o por síntesis conceptual.
El
sueño del Emperador interpretado por Josué, es ejemplo de la capacidad de ese
Iniciado para ver el ultra de las cosas.
El
sueño de Nabucodonosor explicado por
Daniel es otro magistral ejemplo de la semántica y la lingüística celestial.
Ambos sueños necesitaron de las facultades del alma de esos iniciados para ser
interpretados, comprendidos y descifrados en sus mensajes ocultos.
Todas
las parábolas de la Biblia tienen que ser comprendidas con la consciencia, por
eso ese duro blindaje de la alegoría, la metáfora, el recurso estilístico que
crea una dura e inexpugnable corteza contra los advenedizos del materialismo
grosero para que no blasfemen su oculto mensaje.
Insistimos
que la Escritura Sagrada de cualquier Religión, y más aún la Biblia con más
razones, está escrita en tres niveles, que corresponden con estados de la
consciencia o niveles de comprensión y discernimiento del alma. He allí la
razón por la cual cuando el Salvador hace alguna parábola, siempre termina
diciendo: “El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay
sabiduría.”
El
Apocalipsis de San Juan es un ejemplo glorioso y magistral del estilo de la
Lingüística Divina. Ese libro sagrado no es una premonición del fin, sino una
clase magistral de Alquimia sagrada, celestial, expresada en términos
simbólicos, con áureos caracteres, de fina y depurada arquitectura literaria.
Donde jamás podrán penetrar los ciegos,
los fanáticos de letra muerta, los necios e insensatos que todo lo ven
superficialmente y con muerta consciencia.
Veamos
el siguiente ejemplo. En el capítulo 3, versículos 17 y 18, se escribe: “Porque
tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad;
y no sabes que tú eres un desventurado, pobre, ciego y desnudo.
Por
tanto, yo te aconsejo que de mi compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas.”
Las
anteriores palabras son unos profundos tratados de alquimia y de sabiduría,
expresados por el Cristo, el Justo Juez, de vivos y muertos. Todo este proceso
es vivido conscientemente en la Tercera Iniciación de Misterios Mayores, cuando
se realiza la evaluación del Iniciado por las Potencias Siderales.
Afirmamos
que todas las parábolas de la Biblia manejan la lingüística Divina. Únicamente
los que conocen los entramados simbolismos bíblicos pueden accesar al mensaje
secreto que allí se guarda.
Algunos
hermanos gnósticos que han despertado significativos mensajes de consciencia,
pueden comprender objetiva y acertadamente estos mensajes y códigos celestiales.
Durante
el curso de la Historia, también observamos que las palabras evolucionan en su
fonética, en su semántica, en su morfología. Pero aun con estos cambios, pueden
observarse mensajes de la sabiduría oculta. Una cosa es leer y otra leer más
allá de las letras.
Muy
en boga esta ahora escribir CONCIENCIA. Sin embargo, afirmamos que debe
escribirse CONSCIENCIA, porque sin la “S”, y por tanto, la presencia de Dios,
sería imposible llegar a la Ciencia.
Olvidado
esta ahora, que la palabra DIAGNOSTICO, se originó en la conjunción de DIA y
GNOSTICO, debido a que los antiguos sacerdotes gnósticos celebraban curaciones
los días miércoles. De esta manera los hablantes, por el uso continuo, juntaron
estas dos palabras, dando origen al término DIAGNOSTICO, usado ahora.
Totalmente
indispensable para todo caminante del sendero probatorio, que tenga la
suficiente inteligencia y sabiduría para descifrar los mensajes de la
Lingüística Divina, que tenga acertado manejo de la Numerología, pues de no ser
así, jamás podría descifrar los mensajes ocultos de la Ciencia del Ser; y por
tanto, no los encarnaría, fracasando lamentablemente.
Que
la Inteligencia y Sabiduría, junto con la fuerza y voluntad de acero del Quinto
Ángel ante el Trono del Cordero, nos afirmen sobre la Piedra Cubica de Jesod, y
podamos todos avanzar gloriosos, victoriosos por el Árbol de la Vida, para así
ser hijos de Dios y eternamente cantar sus alabanzas.
ASI
ES. ASI ES. ASI ES.
MARIANO
JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.
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