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Algunos hermanos
gnósticos, queriéndolo o no, se han quedado viendo hacia atrás como la mujer
del justo Lot.
La Gnosis es
eterna. Es un mecanismo natural de la consciencia despierta. Sin embargo, esa
Gnosis de los Misterios de la Luz debe transformarse en cada uno de nosotros en
Autognosis.
Autognosis es la
sabiduría que hemos producido de nuestro propio Árbol de la Vida. Esa es la
comprobación, la vivencia, la experiencia lograda en el trasegar de nuestro
camino iniciático.
Lo demás es
teoría. Es letra muerta. Es absoluta elucubración de los sabios Maestros, pero
si no pasa por la experimentación directa en
nuestra vida, es válida para los Iniciados que la produjeron, más para
nuestra propio proceso es Filosofía y Letra.
Es la semilla
que cayó sobre el pedregal. De manera que el: “Creced y multiplicaos” que nos
ordenara Dios en el Génesis es también aplicable en este caso.
Muchos hermanos,
durante largos años han permanecido en los lumisiales gnósticos comiendo pan y
bebiendo vino, sin producir nada. Como sombras fantasmales de quienes lo dieron
todo para formar este resplandeciente y glorioso cuerpo de doctrina.
No
avanzan, no realizan nada.
El árbol cambia
de hojas, pero no de raíces. La Gnosis aunque siga siendo milenaria, es también
dinámica, moderna, tiene que adecuarse, actualizarse para poder penetrar la
dura corteza de la estructura del entendimiento humano. Hoy la perspectiva
didáctica es otra. La Pedagogía avanza y se hace más eficaz.
Logra
transformar la vida del adepto y la dignifica sustancialmente.
El Apocalipsis
de San Juan dice que fuimos hechos sacerdotes y reyes. Sacerdotes para bendecir
y reyes para gobernar.
Pero cuando se
bendice debe hacerse con rigor, con Ley, con amor y con los mejores anhelos místicos.
Sostenemos que
la bendición no debe ser Aarónica en estos tiempos. Aarón fue un gran Iniciado.
El Sumo Sacerdote del pueblo judío de aquellos tiempos. A quien Dios le ordenó usar
vestidura especiales, únicas, como reflejo y figura de auténticas vestiduras
solares. El excelso hermano de Moisés, al final de cada ceremonia bendecía al
pueblo y a esa bendición se le llamó Aarónica.
Sin embargo hoy
día se sigue bendiciendo al pueblo gnóstico con la bendición Aarónica. Sabemos
que esto debe cambiar, porque Aarón no es nuestro Sumo Sacerdote. El Cristo es
nuestro Sumo Sacerdote, según el Orden del Rey Melchisedec y sacerdote para
siempre. El rito Aarónico es un rito obsoleto y extemporáneo, puesto que pertenece al Antiguo Testamento y
a la Iglesia fracasada. Aarón no es nuestro guía, ni nuestro gurú espiritual.
Entonces,
bendecir en su nombre es caer error. Es como atar nuestra Gnosis y Liturgia
samaeliana a las arcaicas estructuras hebraicas o judías. Es como si la
bendición fuera mosaica, guardando el respeto y la gloriosa dignidad de Moisés
el hombre más elevado del Antiguo Testamento, el Hombre Causal, quien incluso
hablaba cara a cara con Dios. Y a quien se le encomendó formar el pueblo de
Dios.
La bendición
debe ser Araonica, que es la bendición que procede del Ara Santa. Del Sephirote
Jesod que es el que alimenta con su fuego pentecostal a todos los demás
Sephirotes. He allí por que la Invocación de Salomón expresa: “Ángeles de
Netzach y de Jod, afirmadme sobre la piedra cubica de Jesod.” Porque es Jesod
quien inicia el trabajo con el fuego sagrado. Sin Jesod sería imposible
ascender el fuego e iluminar los restantes candelabros del Árbol Santo de la
Vida.
Cuando se
imparte la bendición Araonica se está enviando por parte del oficiante su
anhelo puro y santo porque todos trabajemos en la forja de los ciclopes, con la
fuerza sagrada del Espíritu Santo, para que crezcamos en Fe, en Espíritu y en
Verdad. Y algún día podamos tener “Un nuevo nombre escrito sobre una piedra
blanca, cuyo nombre solo conoce el que lo recibe”.
Recibimos y
damos esa bendición para que todos seamos dignos de caminar y permanecer en los
senderos de la Luz, que es el Padre.
Que Él nos
bendiga con su fuego y con su Espíritu Santo hoy y siempre.
OM TAT SAT IAO IAO IAO
MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.
Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
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