jueves, 25 de enero de 2018

LOS TRES ENEMIGOS DEL ALMA

Imagen: Pixabay


Aquí estamos con renovados bríos y la cristiana intención de aportar algo en el camino de los adeptos de la Luz Divina.

Desde niño, siempre me decían que los tres enemigos del alma eran: el demonio, el mundo y la carne. Hasta el día de hoy esa afirmación no ha cambiado y en esencia sigue manteniéndose. Lo que pasa es que el hombre ha desviado hacia su malsana conveniencia  la interpretación de esos elementos.

El demonio es alguien en quien la gente no cree y si a algunos eruditos y conspicuos sabihondos les cuesta creer en Dios, como creador y máxima inteligencia del universo, pues menos van a creer en demonios. Tal parece que ese tema fuera para gentes medievales y atrasadas.
Sin embargo, debemos explicar certeramente que, el demonio como se le concibe, con cachos y colas, se ha transformado, y hoy se le concibe como energía pesada que tiene su centro gravitacional en la mente, en nuestra propia zona infernal individual, y sus manifestaciones elementales diarias en cada acto egoico que cometemos. El demonio, el yo satánico está diseminado en miles de defectos que poseemos en nuestro interior. Algunos son conocidos por el ser humano, pero otros ni remotamente sospechados. Por cuya razón,  estamos obligados a auto explorarnos, convertirnos en internautas de nuestro propio ser, buscadores de nuestra propia realidad, aunque ella, a veces, sea vergonzosa a la luz de la sana moral y de los preceptos divinos.


A disposición de nuestros lectores ponemos muchos trabajos ocultos y todavía desconocidos para los buscadores del camino secreto que nos lleva al Padre. Trabajos que, practicados con frecuencia, disciplina y fe pueden ayudar a conocer y transformar esa luna negra de nuestro país psicológico que nos tiene secuestrada el alma impidiendo nuestro avance espiritual.

El mundo es otro de los enemigos que tenemos para cristalizar alma en nuestro interior. El mundo atrae, impresiona, motiva, esclaviza y finalmente destruye tu alma y con ello tu sueño de eternidad y de gloria. Razón que le hizo exclamar a Pablo apóstol: "El que se hace amigo del mundo, se hace enemigo de Dios." Este trabajo de no dejarse atrapar y secuestrar por el mundo, es arduo, difícil, criticado, incomprendido, hasta tal punto que para la sociedad llegamos a parecer anormales. Recordemos que el Ritual de Iniciación Gnóstica dice: "Debes vivir entre las llamas sin sentir su calor." No se trata de vivir como un anacoreta, aislado en su propia burbuja de cristal, sino en imponerse al mundo, en no dejarse someter, ni menos esclavizar por la Gran Ramera y su fatídico numero. Se trata, mas bien, de imponer una filosofía de vida, pero de vida sabiamente vivida, que es lo que Samael llama la Iniciación.

La carne es el sexo, la fornicación, el adulterio. La eyaculación de las energías sexuales, los poliorgasmos, la aberración sexual en que esta sumida la mayor parte de la humanidad. El irrespeto a las fuerzas del Espíritu Santo, a su inteligencia, a su trabajo cósmico. La transgresión diaria y abominable de la doctrina del Cristo y de  Pedro, el Gran Hierofante de los misterios del sexo. La infinita y ya casi común orgía sexual,  publica y privada en que se debate la humanidad, ha fulminado toda esperanza de formar alma, de formar consciencia y así el ser humano desde esta tercera dimensión ya se va convirtiendo en habitante de las tinieblas, del infierno, donde solo se oye el grito de los desgraciados que por su rebeldía e ignorancia han perdido la gracia santificante.
Estos tiempos son aciagos, porque esos enemigos del alma con el materialismo y el modelo de sociedad imperante, se han repotenciado, se han sutilizado vilmente y están abriendo vórtices hacia las infradimensiones,  para lanzar a las almas a la perdición. Pistis Sophia dice que en estos tiempos "Hasta los escogidos serán tentados. Afortunadamente, siempre tendremos el auxilio del Cristo, y el nos ha dicho: "Yo he vencido al mundo."

El doblemente nacido Gargha Kuichines me dijo al oído: "Hijo, con los poderes de Dios no puede el diablo." ASI ES. ASI ES. ASI ES. HECHO ESTA. HECHO ESTA. HECHO ESTA.

***Los lectores que quieran tener comunicación directa con el suscrito, pueden dirigirse a herreramarianoj@gmail.com



MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.


Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
GNOSIS DE VANGUARDIA

sábado, 20 de enero de 2018

¿PARA QUE SIRVE LA GNOSIS?

Imagen: Pixabay

La Gnosis es el resultado del despertar de la consciencia. Es un mecanismo natural de la consciencia despierta. La Gnosis es la ciencia del alma humana cuando el fuego sagrado la ha fecundado y llenado de eternidad; es decir, que la Gnosis es el seno fecundo por donde todo avanza hacia la inmortalidad. En conclusión, la Gnosis es el fruto sagrado de la Santísima Cruz cuando ha nacido en ella la Rosa Santa de la esperanza y de la Fe que es el Cristo, el Quinto Elemento, el éter de Vida eterna, vida física y vida en abundancia. Por lo cual, los tres enigmas del tiempo se resumen en este corolario supremo: Sin Gnosis es imposible nuestro sueño de grandeza y se aborta para siempre el plan de Prometeo de conquistar el fuego sagrado de los Dioses para que libere la raza humana. 

La Gnosis es la sabiduría de todo cuanto existe. Es el eterno conocimiento y Ciencia sobre los cuales se fundamenta todo el Universo y por los que todo marcha, todo se mueve, todo funciona o deja de funcionar. La Gnosis es anterior al cristianismo histórico, pero no al Cristo, porque este y aquella son Uno solo.

La Gnosis es el conocimiento de lo eterno que le faltó a Ícaro para que sus alas no se derritieran en su intento de volar hacia la Heliópolis celestial, hacia la Jerusalén de arriba, la Patria del Espíritu, como la llamó Pablo, el gran apóstol de la cristiandad. La Gnosis es el puente sagrado que nos conecta con el Todo, es la manera científica e inequívoca de subir peldaños en la escalera mágica de Jacob, el patriarca de las 12 tribus de Israel, al cual pertenecemos todos los seres humanos.

Afirmamos en el primer párrafo de este artículo que: “Sin Gnosis es imposible nuestro sueño de grandeza, de gloria y se aborta el plan de Prometeo. . .” estas palabras anteriores contienen el Misterio de la muerte y del nacimiento segundo, del cual habló el Cristo a Nicodemus en el capítulo 3 del evangelio de Juan. Imposible totalmente el sueño de gloria o de eternidad, si no se nace del agua y del fuego. Imposible todo ese sueño si no se muere psicológicamente en defectos, si no se sacan los mercaderes del templo con el látigo de la voluntad y en el trabajo de la Cruz tántrica con todos sus rigurosos protocolos sagrados. Ahora y por tanto, responsable y certeramente digo que tenemos que practicar la ciencia del amor, la verdadera doctrina del Cristo, sin cuya práctica nadie será digno del Reino de la Luz, por lo cual le será negado todo avance y progreso en el plano espiritual.

Causa mucha preocupación que alto porcentaje de hermanos gnósticos permanezcan largo tiempo o toda su vida sin parejas, ausentes y desinteresados en las prácticas tántricas que producen el mágico licor de la sabiduría espiritual, con el cual Dionisos-Cristo sazona todos los frutos de la primavera del alma y escribe las epopeyas sagradas de la vid. 

El persistente desanimo o desinterés en las prácticas teotihuacanas del amor del Cristo, se debe a la falta de formación, la ignorancia de algunos estudiantes gnósticos, y a los mitos y tabúes que persisten sobre el sexo. Porque en muchos estudiantes se valora, o se tiene más en cuenta los transitorios cánones sociales, la chequera, los intereses materiales y la falsa moral, que los prodigios y beneficios espirituales que conlleva la formación de parejas con fines transcendentales para cumplir el plan divino. Pero esa es la “Puerta estrecha. La roca de tropiezo”, contra la cual muchos chocaran y quedaran excluidos o autoexcluidos del Reino celestial e inexorablemente irán al abismo, a las dimensiones inferiores donde solo se oye el llanto y el crujir de dientes. Porque en ley y en justicia se aplicará la sentencia del Cristo cuando dijo: “El hombre que conoce mis enseñanzas y no las practica, más le valdría no haber nacido.” 

Resulta preocupante que muchas instituciones gnósticas o grupos de instructores concentren sus esfuerzos publicitarios o de primeras cámaras en atraer personas prometiendo cosas intangibles como el mundo astral, misterios de la vida y de la muerte, mundo de jinas, la reencarnación, las 48 leyes que nos rigen, el Árbol Sephirotico, los 7 Cosmos, los 7 chacras y sus 7 poderes, las Iniciaciones Mayores, la vocalización y tantas otras cosas y temas en los cuales el discipulado no ve resultados inmediatos o de su urgente necesidad. 

He llamado intangibles a los temas anteriores no porque para nosotros no sean reales, verdaderos y necesarios, sino porque el hombre común de la calle, no los percibe en su justa dimensión o porque para él es más importante y apremiante el ámbito donde se desarrolla y sus circunstancias, que aquellos temas o aspectos que no puede mensurar con el ojo de su ceguera espiritual. Ante todo lo cual, hay que redimensionar estrategias metodológicas, ubicarnos en el sitio de la gente común y corriente y preguntarnos: “¿Para qué sirve la Gnosis? 

Totalmente necesario demostrar la utilidad de la Gnosis en una civilización suicida, perversa, aberrada, sin ningún escrúpulo, sin límite ético, sin valores elementales ni mucho menos transcendentales, con un capitalismo brutal, insensible y demencial que vende hasta el alma de los que no han nacido.

Ante todo lo cual, resulta necesario, urgente demostrar que la Gnosis no sirve para ir al mercado, como me dijo un amigo marroquí en Estados Unidos, pero si sirve para estar en paz consigo mismo y con el Universo entero. No se trata, hermanos, de creernos unos súper héroes, ni de entrar a valorar las cosas únicamente con la filosofía de William James en el pragmatismo norteamericano. No. Se trata de convencer eficazmente que la Gnosis es la experiencia espiritual que nos otorga el bautismo de la sabiduría operando en nosotros la transformación hacia verdaderos seres humanos, haciéndonos más sanos de cuerpo y de alma. Mejores padres, mejores madres, mejores hijos, mejores hermanos, mejores esposos, mejores trabajadores, mejores ciudadanos de una patria universal, en vez de la mezquina y amurallada frontera nacional. 

Con la Gnosis somos mejores profesionales porque nace en nosotros una ética supra humana que traspasa las fronteras de lo material y nos hace cumplidores del verso del poeta hindú Rabindranath Tagore, cuando escribió: 

“Señor, haz mi vida recta como una caña,

Para que tú la soples con el viento de tu Espíritu.” 

La Gnosis nos enseña a reír cuando los demás lloran. Nos enseña a compartir en un mundo de mezquindades. Nos enseña a navegar con calma en los tormentosos mares de la vida. Nos enseña a ver los horizontes con Fe y mirada de almirante. Nos proclama como herederos de lo eterno y nos hace coherederos con Cristo de las riquezas infinitas del Padre Creador. ¿Para qué sirve la Gnosis? Para reconciliarnos con el Altísimo, después de tantas rebeldías, de tantas transgresiones. Después de despreciar y desgastar los capitales y las bondades de la casa de Dios y marcharnos como el hijo prodigo a cebar cerdos y comer en su propio estercolero.

La Gnosis nos enseña a transformar el lodo de la tierra en substancia espiritual. Nos enseña a sumergirnos en las profundas reconditeces de nuestro Ser y conocer la Antropología y la Fisiología del microcosmos hombre y fusionarlo con el Macrocosmos universal para cumplir la Ciencia de Hermes Trismegisto cuando nos dijo: “Como es arriba, es abajo.”

La Gnosis nos enseña a vivir en la espiral de la vida, con sus subidas y bajadas sin perder la paz, la cordura y el equilibrio emocional. Nos enseña a ser guías y conductores de pueblos, como Moisés, para que preparados nuestro Espíritu y nuestras almas podamos pasar el Mar Rojo sin peligro, y así liberarnos de las pasiones lujuriosas que convierten al hombre en vil esclavo de sus propias concupiscencias. 

La Gnosis es libre como los 4 vientos celestiales y no está encriptada, ni sujeta al cerrado circulo de seguidores de personas, socios o miembros de grupos omnipotentes, de fanáticos irredentos que quieren meter entre 4 paredes esta Ciencia del Universo entero. Fanáticos que quieren convertirla en una más de las 4.200 religiones que hay en el mundo. No. Eso no es Gnosis, es fanatismo, es colonialismo imperial de clanes dominadores que solo quieren saciar su hambre y sed de poder, de dominación.

La Gnosis es la sabiduría que se practicó entre los egipcios, cristianos, templarios, celtas, griegos, hindúes, chinos, taoístas, mayas, nahuales, aztecas, incas, chibchas, rosacruces, masones antiguos. Todas las civilizaciones que han existido sobre la tierra han explorado y trajinado los caminos del gnosticismo.

Durante todas las Edades hemos sido y somos recipiendiarios de las claves de la cuadratura del círculo y del movimiento perpetuo. Poseemos los secretos de los Dragones del Fuego de la Sabiduría china. Conocemos las metáforas y alegorías que rodean todos los Misterios y nos movemos en ellos guardando bajo juramento sagrado no caer en las maldiciones de la Diosa Eskato Bebeloy, por profanar sus secretos.

Somos viñadores de la vid del Señor y producimos el vino de vida eterna que consumimos en la copa de la inmortalidad. Cuidamos los huertos donde se siembra la fragante Rosa que exhala el aroma de lo eterno. Sencillamente, somos hombres con anhelos de eternidad, con anhelos de vestiduras solares y de mitra nueva. Estamos llamados a ser Sacerdotes y Reyes de toda la Creación. Sacerdotes para bendecir y Reyes para gobernar. Alabado y bendecido sea Dios, en todos sus Nombres, en todos sus Ángeles, en todos sus Santos, en todas sus formas y manifestaciones. Ahora podemos hacerlo porque por la Gnosis sabemos que, al alabarlo y bendecirlo a Él, nos alabamos y bendecimos a nosotros mismos, porque no estamos separados. Simplemente, somos parte de Él. Ahora sabrán nuestros lectores: ¿Para qué sirve la Gnosis?

***Los lectores que quieran tener comunicación directa con el suscrito, pueden dirigirse a herreramarianoj@gmail.com


MARIANO JOSÉ HERRERA VILLERA
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lunes, 8 de enero de 2018

AGRADECIENDO AL PADRE POR EL NUEVO AÑO

Imagen: Pixabay 

Hermanos en Cristo Redentor, Bendecido Año 2018. Dios nos colme de la abundancia de sus bendiciones y de su santa misericordia. Envió articulo para su lectura y puesta en práctica. La Gloria Eterna sea para Dios, nuestro Padre común.

Siempre y en todo momento el hombre tiene que dar gracias a Dios Todopoderoso por las bondades y misericordias que de Él recibimos a cada instante. Estamos viviendo una época de grandes tribulaciones, de mucho peligro, de muchas carencias, de muchas enfermedades, de violencia, de convulsiones y de acciones dolorosas y fatales que la Madre Naturaleza nos ha dado como respuesta a las suicidas agresiones que la civilización actual ha hecho en su contra.

Aunque un gran intelectual materialista me decía que: “Un año más es un año menos,” sabemos que si actuamos rectamente y de acuerdo a los planes divinos, un año es una valiosa oportunidad para crecer en Espíritu, en Fe, en Verdad. Para ejercitarnos en el despertar de nuestra consciencia, de nuestra alma y dejar huella profunda en el camino que vamos poco a poco recorriendo para cumplir con el: “Creced y multiplicaos,” que se nos ordenara por el Espíritu Santo en el Antiguo Testamento.

El Salmo 82 lo proclama con gloria cuando dice: “Vosotros sois Dioses, hijos del Altísimo, pero como hombres moriréis.” Es decir, estamos llamados a ser grandes, inmensos en el Espíritu del Creador, pero como carnales tenemos muchas deficiencias, muchas carencias que solo pudiéramos superar si entendemos el plan divino y trabajamos de acuerdo a sus prescripciones. Nos enseña la Escritura Sagrada que fuimos creados un poco menor que los Ángeles, pero con potencialidades infinitas que, incluso podríamos y podemos participar del Banquete del Señor, de celebrar las Bodas del Alma. Razón está que le permitió al doblemente nacido Gargha Kuichines decirme: “Hijo, tienes para crecer el infinito, y como limites la eternidad.” 

El agradecimiento es una manera de reconocer la grandeza del Creador y también de sentirnos parte de Él, de su congregación, parte de sus bienaventuradas criaturas. Agradecer es ver la vida desde la perspectiva del amor, de la armonía entre el Todo y la parte. Entre la Unidad y la diversidad. En Lucas, capítulo 17, se narra la curación de 10 leprosos por parte de Jesús, el Cristo, de los cuales solo uno volvió para dar gracias al Salvador y este le inquirió por los otros 9, que no agradecieron la misericordia de Dios; por lo cual dijo al que agradeció: “Vete, tu fe te ha salvado.”

Agradecer es un acto de Fe, de reconocimiento a la Majestad divina, reconocimiento de su grandeza y aceptación de nuestra pequeñez, de nuestras limitaciones. Agradecer es una forma de crecer, de agradar, de estar en paz, en armonía y de estrechar distancias con lo infinito, con lo eterno. Muchos de nuestros semejantes no alcanzaron a ver el nuevo año, ni el día de hoy. La aurora del nuevo día, dibujada como un cuadro espectacular con los colores de lo divino, no pudo ser repetida en las retinas de muchos. Razón por la cual nos regocijamos en la generosidad que Dios ha tenido con nosotros. Agradecer porque hemos escuchado su voz y acatado sus mandamientos aun en medio de grandes tribulaciones y aflicciones. Hemos cumplido su palabra: “Si escuchareis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.”

Agradezcamos por el nuevo día, por la vida nuestra y la de nuestros hijos, la vida de nuestros hermanos en Cristo. Agradezcamos por las bendiciones que de Dios y de sus Ángeles recibimos continuamente. Agradezcamos y bendigamos los alimentos que consumimos diariamente. Agradezcamos por el fuego, por el aire, por el agua, por la tierra santa que pisamos, para que Dios la vivifique, la santifique y la bendiga por los siglos de los siglos.

Agradezcamos porque hemos conocido los Misterios del Altísimo, porque ya no andamos en valle de muerte y de abominaciones. Aunque impuros todavía, clamemos a Dios que, por los méritos infinitos de nuestro Salvador, permanezcamos siempre en su Luz, bajo su amor, bajo su misericordia y su divina Gracia. Que Dios robustezca cada día nuestra Fe, nuestra confianza plena en El, que seamos siempre dignos de ser considerados en su santo reino.

Agradezcamos a Dios por el avance que hemos tenido espiritualmente, por las experiencias astrales, mentales o de cualquier índole que hemos tenido en este año que termina. Agradezcamos a Dios porque como apóstoles hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con la misión encomendada de dar a conocer los santos evangelios de la salvación.  Agradezcamos por la sabiduría que ha depositado en nuestros corazones, y en nuestras almas,  por la inteligencia con que ahora comprendemos las sagradas enseñanzas del Cristo, a quien sea el honor, la honra,  la gloria, el poder, la Luz divina y la Gracia del Imperio Sempiterno. Agradezcamos a Dios por la paz, el don divino de la paz en que ahora transcurre nuestra vida. Pablo, apóstol, escribió una vez: “Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz; de los que anuncian las buenas nuevas.” Esa es la paz de los que han cumplido con la Ley y con el Orden Cósmico a cabalidad. La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano.

Agradezcamos a Dios, por medio de Jesús el Cristo, por el misterio de la vida que se desarrolla en nosotros de instante en instante. Vida física, Vida Eterna y vida en abundancia. Recordemos la Misa Gnóstica cuando dice: “Ven Santo Aliento, Inmaculado Soplo y purifica mis glándulas internas donde el ritmo de mi vida existe. Ven y encamina mi corazón desorientado, para que los puros sentimientos míos broten de esa santa fuente.”

El Salmo 92 y el 90 son exactamente indicados para agradecer a Dios y pedirle su bendición y su Divina Gracia en estos tiempos de comienzos de año nuevo. Si es posible pueden orarse en familia con mucha Fe y devoción. Orar es producir el oro del Espíritu y también comunicarse con Dios y con sus Ángeles. Por lo cual exclamemos con verbo sagrado en el lenguaje de los Dioses:

Que todos los seres creados por Dios seamos felices
Que todos los seres creados por Dios seamos dichosos,
Que todos los seres creados por Dios seamos en paz.

OOOOMMMMM  TAAAATTTT  SAAAAATTTT IIIIIAAAAOOOO IIIIIAAAAOOO IIIIAAAAOOO

Que la Santísima bendición Araonica sea con todos nosotros, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y en el Nombre del Santo, del Poderoso, del Misterioso Tetragrammaton. Así es. Así es. Así es. Hecho está. Hecho está. Hecho está.


MARIANO JOSE HERRERA VILLERA      
MAESTRO M.K.

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