La cuaresma es un tiempo de 40 días para preparar nuestros 4 cuerpos de pecado y conciliar con Dios y sus leyes.
Hay dos
cuaresmas: una física, que comienza
el miércoles de ceniza; y otra
espiritual, que empieza al día siguiente del domingo de resurrección, y
dura exactamente 40 días.
Durante la cuaresma física vivimos un periodo de
ayunos, de oración, de pratyaras, o
silencio, penitencia, de meditación, vocalización y de abstención total de
prácticas sexuales. Pues, este es un
período de pruebas, las cuales habiéndose superado, nos califican positivamente
para conciliar con Dios. Es una ofrenda que se le hace a la Majestad
Suprema para reunir méritos y seguir avanzando espiritualmente.
Observemos que cuaresma viene de 40, número simbólico, que está formado por un 4 y un 0. El 4 representa los 4 cuerpos de pecado, llamados así porque a través de ellos se manifiesta el pecado, el ego, los defectos. Esos cuerpos son el físico, vital, astral y mental. El cero representa el mundo de Dios, lo que en conclusión, quiere decir que, debemos purificarnos para entrar al Reino de Dios.
La cuaresma nos
prepara para entrar a los caminos de Dios, por lo que es preciso vivir una
cuaresma santa. Sin santidad nadie podrá ver a Dios, dice la Biblia.
Cuando Moisés mató de un palazo al egipcio, estuvo
40 días escondido en cuevas, ayunando y buscando en los mundos internos el alma
del desventurado para enseñarle los Misterios de la salvación. Si Moisés moría
era señal que Dios no lo había perdonado. Sin embargo, el gran Patriarca hebreo
sobrevivió.
Cuando Moisés subió al Monte Nebo estuvo con Dios 40
días y cuando bajó, su rostro era tan resplandeciente que hubo de colocarse un
velo para no encandilar los ojos de los israelitas.
El ayuno es
forma de purificación. La Oración es comunicación con Dios, con ese Padre de
amor y de Misericordia que tenemos en el cielo.
La meditación disciplinada y constante es una forma
de iluminación y ella nos revela la Luz Divina en nuestros corazones. Budha
llegó a la iluminación a través de la meditación transcendental. El Maestro Wu también
la logró después de muchos sacrificios y renunciaciones. Después de vaciar su
mente de basura egoica.
La cuaresma es un tiempo en que experimentamos las
pruebas de los 4 Elementos. Agua, Tierra, Aire y Fuego. Superar estas pruebas
atrae salud, bienestar y avance espiritual, porque conciliamos con Dios.
Se prohíben las carnes rojas para no estimular el
Tatwa Tejas a deseos sexuales, porque eso perjudica en estos tiempos la armonía
celular y causa efectos nocivos a la salud.
Todos los días de la cuaresma y también cuando ya la
terminemos, debemos ofrecerla a Dios. Debemos darle una dirección y un sentido
a estos padecimientos y aflicciones. Recordemos que: EL SUFRIMIENTO SÓLO ES MÉTODO DE PURIFICACIÓN Y ELEVACIÓN, CUANDO
SOMOS CONSCIENTES DE ÉL Y LO OFRENDAMOS
AL CRISTO COMO UNA FORMA DE AYUDARLE A CARGAR SU CRUZ. RECORDEMOS QUE LA CRUZ
DUELE, PERO NO HACE DAÑO. Y QUE SIN CRUCIFIXIÓN NO HAY ASCENSIÓN. AMOR ES LEY,
PERO AMOR CONSCIENTE. ESTA CUARESMA ES TIEMPO DE PENITENCIA, ACUDAMOS ENTONCES,
AL AUXILIO DEL ARCANGEL SAMAEL QUE RIGE ESTE SACRAMENTO PARA QUE NOS DÉ MUCHA
FUERZA Y FE PARA PASAR ESTAS PRUEBAS.
Esta cuaresma es un evento consciente, que
experimentamos cada día y a cada momento, sin perder el estado de alerta, pero
que lo direcciono para:
1. Vivir, dar y recibir Misericordia Divina.
“La Misericordia
es el único hueco que entre más se le saca, más se agranda.”
2. Dar amor.
“Donde no hay
amor, siembra amor y cosecharás amor”, dice San Juan de la Cruz.
“Haz el esfuerzo
del amor para que tu corazón explote de Misericordia.”
“Ejercita el
músculo de tu corazón en el gimnasio de la vida.”
Practica el perdón todos los días de tu vida y
especialmente en estos días de cuaresma.
a) Medita profundamente y perdónate a ti mismo.
b) Perdona a los que te han hecho daño y libéralos
de culpa por el mal que te han causado. Asume tú la responsabilidad de los
demás. Libéralos para que te liberes tu también. “Dando es como se recibe.”
El perdón no es un regalo que yo le doy a otro. Es un regalo que yo me doy a mí mismo, para mi sanación y liberación. Es una necesidad del alma. Ábrete al perdón y al amor y no te encadenes al pasado.
El perdón es Medicina y es una oportunidad para
demostrar la grandeza de Dios en ti.
El perdón es una
manera de participar con Cristo de su naturaleza Divina, porque aún en el
momento de su muerte de Cruz, fue su voluntad perdonarnos.
Perdona y olvida las faltas para que sanen tus
heridas. Perdona y serás perdonado.
No seas como los que merodean alrededor de la Cruz,
pero no suben a ella para crucificarse con Jesús, para resucitar y ascender con
él a los cielos infinitos.
El perdón te
reconcilia con Dios y te hace instrumento digno de recibir y dar Misericordia.
GNOSIS DE VANGUARDIA
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