Desde los primeros
siglos de la Era Cristiana, los antiguos gnósticos siempre consideraron que
había cuatro tipos de hombres, según su nivel conscientivo y vibracional.
Esos cuatro tipos
eran: el hombre instintivo, el
emocional, el intelectual o pensador y el pneumatichoi. Esos tipos
correspondían respectivamente a niveles de Consciencia. El instintivo es Eikasiano, es decir, salvaje, violento, agresivo. El emocional es pasional, variable,
voluble, manipulable.
El intelectual o pensador es materialista. Todo lo
sabe y todo lo juzga según su percepción sensorial, mental o de materialista.
Todo pasa por su dialéctica. El intelectual no comprende los otros niveles o
tipos de hombre, e igualmente, él tampoco es comprendido por los restantes
El hombre espiritual es equilibrado. Tiene un nivel
conscientivo totalmente desarrollado. Tiene estado conscientivo permanente es
autoconsciente. Es embrión de hombre solar. Puede sentir, ver y palpar las
realidades que están más allá de los sentidos físicos.
El hombre actual es emocional y vive de emoción en emoción. Hecho que nos obliga por tanto, a definir las emociones como reacciones psicofisiológicas
que representan modos de adaptación del individuo ante la percepción de un
objeto, persona, lugar o evento importante.
Psicológicamente, en
el hombre común, toda emoción distrae la atención, aliena, produce pérdida de
Consciencia, pérdida de la autorrecordación íntima, distracción o alejamiento
del aquí y el ahora.
Toda emoción crea redes asociativas de la mente con eventos o emociones
parecidas o similares.
Toda emoción crea
unidades de pensamientos y todo pensamiento es expresión de lo que
interiormente sentimos, si es que somos sinceros. La emoción es pasajera. Pero los sentimientos y pensamientos pueden ser
más duraderos y estables.
Las emociones organizan las respuestas que debemos dar ante tal o cuál estimulación, ya sea material o mental. Eso debido a que los diversos estados emocionales son causados por Neurotransmisores, o estimuladores hormonales, que son finalmente los que liberan sustancias endocrinas para la respuesta, que en diferentes formas, debemos dar.
Los grandes centros de Poder mundial han descubierto que las masas sociales
actúan emocionalmente. Y han llegado a la innoble conclusión que
quien maneje las emociones mundiales, manejará el mundo. Por tanto:
Los políticos hacen sus campañas y toda su estructura estratégica basados
en el impacto emocional sobre el elector. Justamente, todo
líder tiene que generar emociones. Si un político no genera emociones en el
electorado está fracasado.
Los grandes
publicistas trabajan arduamente para despertar emociones, ansias, necesidades
reales o imaginarias en los consumidores.
Las nuevas tecnologías
deslumbran de emociones. Constituyen la teoría, la imaginación, los sueños
hechos tangible realidad ante nuestros ojos.
Los deportes extremos,
de alto rendimiento, generan y consumen adrenalina, que es el combustible para
las emociones fuertes.
El futbol produce en
todo el mundo, millones y millones de dólares. Las sedes mundiales de los
Campeonatos son ardientemente disputadas. Sus estrellas se cotizan en cientos
de millones. Viven una vida deslumbrante, llena de lujos y excentricidades. Todo ello basado en la explotación
comercial de las emociones del espectador, del hincha, que a su vez,
promueve interminables emociones favorables a su equipo y en contra de otros
equipos.
Los conciertos que ofrecen los cantantes de música de cualquier género, son cataratas de emociones que se desbordan sin ningún control de la gente. Auditorios enteros que gritan, sudan, se contorsionan, lanzan prendas de vestir, se pintan el rostro, se tatúan, beben licor o consumen drogas en eventos rayanos en la vergüenza. En total alienación de los asistentes. Entre más emocionante, más alienante. Desafiando la actual crisis económica mundial, los fanáticos duran meses guardando dinero para pagar los conciertos. A veces llegan al extremo de vender cosas, de empeñar o pedir dinero prestado para asistir a esos conciertos.
Las películas que no crean emociones nunca ganarán un premio de la Academia de Hollywood y sus directores y actores están condenados al olvido, al fracaso.
Hasta la moda con sus fantasías eróticas, sus vanidades y refinamientos, crea emociones de fama, de vanagloria, de buen vestir y simpatías para imponer gustos, tendencias y producir ganancias.
En conclusión, todo, absolutamente todo, está condicionado al mundo emocional. Existe, por tanto, un hombre emocional. Un títere manipulado bajo un estímulo cualquiera para producir un efecto deseado.
Ante esa cruda
realidad, el hombre gnóstico tiene que aprender a manejar las emociones. El
Programa ARE, es una disciplina que enseña y entrena al estudiante a
autorregular emociones perturbadoras, que crean desequilibrios psicológicos.
Esta disciplina es esencial a todo aspirante gnóstico al sendero de la luz. Es
posible así controlar los agentes egoicos estresantes o que pudieran conformar
cuadros depresivos o patológicos, alteradores de la buena conducta.
El cuerpo astral no
cristificado es el que posee la inmensa mayoría de las personas, por no decir
la totalidad. Ese cuerpo astral tiene
dos nombres y dos polaridades. Su nombre es Zaphnath Paaneah. El primer
nombre corresponde a la manifestación del bajo astral. Cuando en los sueños
tenemos experiencias horribles, con escenas espantosas de crímenes, sexo,
fornicación, adulterio, lujuria, robo, violencia, guerras, peleas, celos,
etcétera, es porque esa manifestación del alma se ha proyectado a la Cuarta
Dimensión con todo el poder diabólico de ese mantram que es Zaphnath. Los altos
iniciados explican que esa es una palabra de maldad que invoca poderes
tenebrosos. Ésas experiencias del bajo
astral son producto de las emociones negativas, de baja vibración espiritual
que no controlamos durante el día.
La parte superior del
cuerpo astral produce experiencias celestiales. De allí que la Gnosis enseña
que el Centro Emocional tiene dos polaridades, una superior y una inferior.
Esas emociones del mismo Centro producen experiencias celestiales o infernales,
de acuerdo a las emociones que se hayan tenido.
Eso indica que las emociones están directamente vinculadas al Chrestos
Mediador, al alma humana. De lo cual inferimos que, es necesario aprender a controlar las
emociones porque el Cuerpo Astral es el mismo Cuerpo Emocional proyectado a la
Cuarta Dimensión.
De acuerdo a la
calidad de las emociones, serán las experiencias astrales. De ahí que los
sabios digan: “Dime que sueñas, y te
diré quién eres.”
Las emociones son las que dan vida y sentido a nuestras vidas. Imposible imaginar una vida sin emociones, horizontal, sin retos, sin resiliencia, sin logros. Una vida sin desafíos, ni objetivos es una vida estancada. Una vida muerta.
Las emociones no son malas. Lo malo es no procesarlas. No decodificarlas.
No sacarles el valor de Consciencia que esconden.
La afinidad de emociones entre las personas, crea afinidad vibratoria, empatía y por tanto, genera amistades. Relaciones sociales y sentimentales. Lazos afectivos.
Sin embargo, la falta
de control sobre las emociones, hace que el ser humano varíe de carácter y viva
con el Centro Emocional destrozado, alterado, enfermo. Muchas personas que no
se Auto observan y controlan van de un lado a otro en su propio país psicólogico.
Un momento son personas Instintivas, de bajas vibraciones; otros momentos son
emocionales, volubles. Otros momentos son intelectuales, y otros instantes son
espirituales fervorosos. Es decir, fracasados porque no tienen un Centro de
gravedad permanente. “Hojas al viento.
Viento que hojas se llevó.”
El gnóstico que no se
impone la disciplina del Observador-Observado, de la Clave SOL, sujeto, objeto,
lugar, nunca podrá llegar al Autoconocimiento Emocional, al nivel AE. Este es
un principio espiritual que funciona con una parte autónoma de nuestra Consciencia,
que se llama Cateador Eneagrama, que es quien capta la parte egoica escondida
en cada emoción. Esto es imprescindible
para el despertar de la Consciencia. Para el Autoconocimiento, sólo así
podremos gestar y realizar la Autognosis. Esa es la Gnosis virginal, auténtica,
la que emana de nuestro Ser, del Tetragrammaton que es el Espíritu Santo en
acción. No la Gnosis de libros, e historias contadas por lejanos Seres de Luz. La Gnosis que es fruto de nuestra íntima
siembra.
Sólo practicando
permanentemente el Autoconocimiento Emocional, AE, podremos llegar al ARE, que son las iniciales de Autorregulacion Emocional, que es la
capacidad de observarnos y someter las emociones negativas, estudiarlas y
desintegrarlas que es el trabajo correspondiente a la Madre Divina Kundalini
con los defectos previamente comprendidos en las 49 regiones de la mente
subjetiva.
Cuando el caminante
aprende a identificar las emociones, a estudiarlas, extraerles su enseñanza y
sacarles la parte de Consciencia que tenían secuestrada, es cuando aprende
verdaderamente a no identificarse. Aprende
a sacar lo bueno de lo malo. Aprende
a no dejarse manipular de nadie, ni de su interior, ni de lo exterior. O
sea, empieza su crecimiento conscientivo. Empieza a vivir el momento, el aquí y
el ahora. Y cuando ésta práctica se complementa con la experiencia de la
castidad en el Arcano, entonces, se empieza a producir el Hidrógeno 12, que es
el elemento necesario para la formación de alma. Así de simple. Así de cierto.
Los gnósticos
verdaderos, los practicantes serios de la redentora doctrina del Cristo,
explicada por Samael, somos Linaje Sagrado. Estamos llamados a “Sobrepasar a todos los pueblos de la
tierra en gloria, poder y fuerza, sobre lo que se ve y sobre aquello que está
oculto a los ojos de la carne.”
Por tales razones se
cumplen en nosotros las palabras de fuego del Apocalipsis, capitulo 1: “Os hemos constituido en Reyes y
Sacerdotes para Dios.”
Reyes porque con la
Gracia de Dios, podemos mandar a toda la Creación, pues tenemos la dignidad
espiritual de oficiar con pureza de corazón en el Templo del Dios Vivo. Porque
hemos creído en su palabra y hemos encarnado su Verbo. El Verbo-Cristo por el
cual fueron hechas todas las cosas.
Querido hermano,
honesto caminante, controla tus emociones. Róbale
el fuego al diablo. Aprovecha cada día al máximo.
“Observa tus errores y corrígete. Ya que está cerca el día en que recibirás la Luz. Esa Luz es el verdadero día. La aurora inmortal. Sé puro, para saludarla.”
GNOSIS DE VANGUARDIA
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