martes, 25 de agosto de 2020

NO TE DEPRIMAS


(Reflexión XXXVII)

Clínicamente definida, la depresión es una enfermedad psicológica que puede afectar cualquier ser humano y que produce cambios en nuestro estado de ánimo, irritabilidad, baja autoestima, poco sueño o demasiado sueño. Inapetencia o excesivo deseo de comer. A veces también va acompañada de cansancio o falta de energía. Sentimientos de inutilidad, en que la persona se autocalifica como inservible y piensa que no vale nada y que por tanto, es culpable de todo lo que ocurre a su alrededor.

Alguna vez en la vida, muchas personas han sufrido síndrome psico-depresivo. Aunque no es conveniente confundir los normales estados de tristeza que, a veces, nos ocurren como consecuencia de las luchas de la vida, de los altos y bajos de la existencia, con enfermedades psicológicas o psiquiátricas.

Las tristezas por pérdidas de seres queridos, por fracasos sentimentales, por enfermedades, por pérdidas en negocios o de los puestos de trabajo, son normales. Ocurren a menudo, sin embargo, deben pasar en par de meses, o un poco más, mas no deben constituir casos clínicos que configuren patologías como la depresión.

Las personas deprimidas pueden empezar a negar comunicarse creyendo que es una forma de protegerse, de blindarse para que nadie descubra su estado emocional.

Lo peor que se puede hacer por parte del entorno familiar es censurarlo o caer en conflicto con el paciente.

La mayoría de los casos depresivos necesitan intervención profesional. En ocasiones puede ser efectiva la terapia cognitiva-conductual, la terapia interpersonal o la terapia de resolución de problemas. La consejería de simulación de escenarios puede, igualmente, ser muy efectiva en algunos casos.

Cuando esas terapias no pueden resolver la depresión, entonces se pasa del psicólogo al psiquiatra, que es el facultativo médico que aborda el caso para prescribir medicación y algunas terapias electroconvulsivas, o de estimulación magnética transcraneal, o cualquier otra, según criterio científico.

Las terapias anteriores son formas de estimular las funciones cerebrales que pueden resolver casos depresivos en pocas sesiones; sin embargo, en algunos pacientes pudieran ocasionar pérdida parcial de memoria, según criterio del norteamericano, National Institute for Medical Health.

Estamos viviendo una crisis mundial de salud, por lo cual es absolutamente urgente y necesario para todos nosotros, ser celosos guardianes de la salud física y mental.

Estudios doctorales realizados en Estados Unidos y Europa por los investigadores Dra. Becca Levy, Martin Seligmann y la Dra. Valle Flores Lucas han determinado que las personas que no se deprimen fortalecen su sistema autoinmune significativamente debido a la liberación de hormonas como oxitocina, dopamina, serotonina y endorfinas, sustancias éstas que mantienen un estado de ánimo elevado, alta autoestima, alegría, felicidad y gran motivación para trabajar en búsqueda de sus objetivos primordiales.

Cuando esas segregaciones endocrinas se mantienen altas, aumentan nuestras defensas. Entonces disminuye el riesgo de enfermedades y tenemos como consecuencia, un alargamiento de nuestros años de vida, lo cual se ha demostrado en recientes investigaciones, estableciéndose que los sentimientos de inutilidad, culpa y trastorno bipolar, disminuyen nuestra vida entre 9 y 20 años. La esquizofrenia entre 10 y 20 años. La depresión la disminuye en más o menos, 10 años. Obviamente que para esos cálculos, nosotros los gnósticos debemos también considerar las 48 leyes que nos rigen y el estado de nuestras relaciones con la Balanza de la Justicia Divina.

Todo adepto o aspirante al sendero de la luz, sabe que estamos viviendo tiempos finales de esta raza aria y que, por tanto, estamos en tiempos de la gran tribulación.

Sabemos que el planeta está experimentando severos cambios electromagnéticos, cuyos efectos se están viendo en muchos aspectos de la naturaleza, en la vida de los seres humanos, en los animales y vegetales.

Todo lo que existe vibra. Y toda vibración produce un sonido. Hay sonidos perceptibles e imperceptibles. Es decir, unos se oyen y otros no. Si el planeta aumenta sus vibraciones, modifica, paralelamente su campo magnético; y como consecuencia, los seres vivos que lo pueblan tienen que incrementarlos también.

Desde hace mucho tiempo se había dicho, por parte de los sabios de la Ciencia del Espíritu, que el planeta en estos tiempos iría a aumentar su campo vibratorio, así que quién no esté cónsono con ese nivel sería afectado o desalojado de este plano. El libro “Poder Vs Fuerza”, basado en la tesis doctoral de David R. Hawkins, establece una estadística de las situaciones que vivimos con su respectivo indicador vibratorio. Consideramos muy útil ese estudio, porque nos ayuda a mantener el control sobre nuestras emociones y  elevarnos para contribuir a que nuestro organismo se mantenga sano y podamos  mejorar nuestras opciones para salir triunfantes de esta crisis sanitaria mundial.

El Covid 19 tiene una vibración de 5.5 hz Arriba de 25.5 hz muere. Para algunos seres humanos con vibración más alta el virus es una simple gripe.

Estados como el cansancio, el miedo, la tensión nerviosa, la rabia, el odio, el resentimiento, los deseos de venganza, la flojera y la falta de Fé, producen vibraciones muy bajas y atentan contra nuestra salud física y mental. Esas son las razones para vibrar alto y no estar angustiados con tanta noticia mala y desalentadora, porque eso baja nuestra frecuencia vibratoria y nos hace penetrables.

La frecuencia de la tierra hoy es de 27.4 hz, pero hay algunos lugares de las ciudades donde esa vibración cae a menos de 20 hz. Por ejemplo: hospitales, clínicas, centros asistenciales, Tribunales penales, bares, discotecas, prostibulos, licorerías, basureros públicos, cárceles, psiquiátricos, subterráneos, socavones de minas, mataderos públicos, etc.

Insistimos que para humanos con vibraciones bajas ese virus es mortal. Observemos la siguiente tabla:

Dolor 0.1 a 2 hz

Miedo 0.2 a 2.2 hz

Irritación 0.9 a 6.8 hz

Ruido 0.6  a 2.2 hz

Orgullo 0.8 hz

Abandono 1.5 hz

Superioridad 1.9 hz

En cambio, generosidad 95 hz

Agradecimientos verdaderos 150 hz

Compasión 150 hz

Amor al prójimo, a la familia, a los seres vivos 150 hz

Amor infinito, incondicional a Dios y al Universo entero a partir de 205 hz.

Todas las situaciones anteriores configuran un cuadro de emociones que nos demuestra científicamente que la escala vibratoria de nuestro organismo, de nuestra psiquis, como un conjunto energético total y único, nos hace penetrables o invulnerables para enfrentar este letal virus.

Razones por las cuales te insinuamos la conveniencia de permanecer en un mismo estado gravitacional elevado; pues, eso hará que te sientas bien y que atraigas a tu propio mundo vibraciones semejantes a las tuyas.

Por todo eso, no te deprimas. Práctica caminatas al aire libre, sonríe, conserva el buen humor. Juega algún deporte periódicamente. Bendice a todo lo que puedas. Medita. Canta. Escucha música clásica porque esa música es pentafónica, es decir llega a hacer vibrar las notas del alma, que es la Pentalfa Sagrada. Observa la aurora y el atardecer. Mira al Sol de frente en las mañanas y recuerda que fuiste concebido para la Luz.

Haz mucha oración.

Pinta, escribe o lee poesía lírica elevada y no aquella de despecho y sufrimiento.

Disfruta la naturaleza, sus hermosos paisajes, los ríos, las playas, el canto y el vuelo elegante y señorial de los pájaros.

Embelésate en la fragancia de las flores, en sus colores, en la disposición de sus pétalos.  Regocíjate en la sonrisa de los niños. Disfruta los jardines llenos de vida y sabrás que todo fue hecho para ti. Acepta que el Creador no ahorró esfuerzos para hacer una obra celestial y regalártela a ti.

Obedece las normas de bioseguridad que han establecido las autoridades. No deseches ninguna de esas prácticas porque pueden evitar contagios.

En la intimidad de tu corazón, valora ahora todo lo que tú eres. Eres un ser maravilloso. Único. Lo más elevado en la escala de la Creación. Fuiste hecho a imágen y semejanza de Dios. Tienes todo lo necesario para crecer y desarrollarte en el embrión de alma que habita tu Sacratísimo Ser, por lo cual, no desperdicies tus energías. Jamás te deprimas.

Toma la armadura de la luz y tus alas de águila airosa y vuela al infinito sin mirar atrás.

Aférrate a tus sueños y sueña. Recuerda que: “Soñar es bueno, pero realizar tus sueños es mejor. Todo sueño tiene al Cristo como socio y ejecutor”.

Que él nos bendiga y sea con nosotros siempre.

Amén. Amén. Amén.

MARIANO JOSÉ HERRERA VILLERA

M.K.

 

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