REFLEXION XX

Algunos hombres, en su viveza ancestral, quieren engañar a Dios Todopoderoso y aun en plena crisis pandémica le dicen torvamente: "Señor, toma el control de nuestras vidas. Nuestras vidas  están en tus manos."

Sin embargo, siguen en sus abominaciones, sus iniquidades y contumacias.

Esa actitud es muy parecida a la proposición que se le hace en el Padre Nuestro, cuando se le dice: "Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden."

Esta comprobado que el ser humano jamás perdona, que nunca olvida las ofensas del prójimo, razón por la cual, tampoco es perdonado.

Toma el control de nuestras vidas, pero sin que cambiemos nada. Toma el control de nuestras vidas, pero seguimos transgrediendo, ofendiendo la Majestad Divina. No corregimos nada. Fornicando, adulterando, maldiciendo, mintiendo, agrediendo, robando. Sin demostración  alguna de querer  cambiar.

Adicional a todo lo anterior, invocan misericordia y argumentaciones acomodadas a su conveniencia. La misericordia no es un regalo para todo el mundo. Y no se concede a todo aquel que la pide. Porque antes debe vivirse un arrepentimiento que conmueva las fibras más íntimas del alma y después rectificar nuestra conducta. Por esta razón es que Dios dice en el antiguo testamento: "Y tendré misericordia del que yo tenga misericordia", éxodo, 33.19 y romanos, 9.15.

Si se perdonaran las maldades sin existir antes un arrepentimiento, una rectificación, entonces Dios sería propicio a nuestras concupiscencias y los errores no servirían para aprender y despertar consciencia, sino que continuaríamos en la espiral infinita de equivocarnos y errar sin aprendizaje alguno y finalmente, el plan divino fracasaría.

Es muy conveniente meditar profunda y seriamente en esta responsable afirmación que hacemos,  porque medran por el mundo cantidad de sectas, de embaucadores de cuestionada moral y financieros intereses, que rasgarían repetidamente sus vestiduras afirmando lo contrario. Pero la verdad que es la palabra de Dios,  se cumple aunque pasen los cielos y la tierra. Por cierto, esos mismos mentirosos son los que afirman que: "Que el antiguo testamento  quedó derogado con la venida del Cristo." Cuando la verdad es que el Cristo lo dice claramente: "Yo no he venido a abrogar la ley, sino a justificarla."

Estamos viviendo la gran tribulación de la cual hablan las Escrituras Sagradas. Esta crísis ha probado que la actual civilización, la que desafía a Dios con su ateísmo y depravado materialismo, es solo una frágil marioneta que se ha quebrado en miles de pedazos, sin que exista la mínima posibilidad de recomponerla. Puesto que ello requiere un cambio radical, total. Que comience en lo más profundo del corazón humano y que pruebe con hechos que somos capaces de rectificar, de volver caras hacia la Gran Cosmicidad.

Urgimos un cambio dimensional, que sea consono con el cambio quántico que está experimentando el planeta y con él, todas las especies vivientes, a cuya cabeza está el hombre.

Esto no es cuestión de religiones, ni de fanatismo extremo, sino de evolución cósmica, de crecimiento y expansión del Ser hacia el Ser, hacia el Todo.

Todas las cosas que están ocurriendo habían sido vistas y predichas por aventajados mensajeros de Dios, que la gente conoce como profetas. Sin embargo, la ceguera y  el Alzheimer espiritual predominaron y el hombre destruyó la madre naturaleza, contaminó la tierra con sus depravaciones y ahora se ven las consecuencias. Un virus pequeño, invisible al ojo humano ha cambiado el destino de la humanidad. Ha quebrado toda la parafernalia financiera del mundo y ha puesto a los grandes tan vulnerables como los chicos. Todos somos iguales de frágiles y de permeables.

Las autoridades de todo el planeta han recomendado quedarse en casa, pero eso no es suficiente si no se cambia de actitud, si no buscamos rectificar los caminos de perdición donde antes estuvimos.

Hemos advertido y explicado suficientes trabajos para ayudar a superar estos momentos, esa es nuestra misión y la cumplimos con gusto y a cabalidad. Pero eso también pone el peso de esta carga sobre los hombros de nuestros lectores.

Dios siempre clemente y misericordioso cumplirá con su palabra contenida en todos los libros sagrados, especialmente en el salmo 91, el cual debe orarse por lo menos 3 veces al día por todo el conjunto familiar, con fe y profunda humildad.

Aun es tiempo para suplicar perdón. Tiempo de practicar el mandamiento de amarnos unos a otros. Tiempo de hacer el bien. Tiempo de ver la vida con perspectiva nueva y de retomar el puesto que como seres humanos hechos a imagen y semejanza del creador, tenemos. Toda crisis enseña algo, redimensiona nuestras vidas, cambia nuestras costumbres, nuestra concepción de las cosas y de nosotros mismos.

Jeremías, 33.3, dice: "Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas nuevas y ocultas que tu no conoces."

"La luz es para quien quiera recibirla, no para quien quiera permanecer en las tinieblas."

Que Dios nos bendiga. Que Dios cumpla su Santa palabra:

"Por cuanto en mi ha puesto su amor, yo también lo libraré;

le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

me invocará, y yo le responderé;

con el estaré yo en la angustia;  lo libraré y le glorificaré

lo saciaré de larga vida

y le mostraré mi salvación."

Amén. Amén. Amén.

GNOSIS DE VANGUARDIA

Amigos lectores, hace algunos meses, solicitamos donaciones para costear gastos operativos. Hasta hoy, nadie, absolutamente nadie, nos ha ayudado en nada.
“Podrán cortar las flores, pero no detendrán la primavera”.
Quien no da, tampoco recibe. Y menos en esta hora atribulada.

GNOSIS DE VANGUARDIA

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