miércoles, 10 de octubre de 2018

ENTRE LA LEY Y LA JUSTICIA

Foto: Pixabay
Muchas personas piensan que las palabras ley y justicia son sinónimas. Sin embargo, es preciso aclarar que la ley es lo que está prescrito, consensuado, acordado socialmente. La ley es la norma, el peso, la medida. Entre tanto que, la justicia es  darle a cada quien lo que le corresponde. Y esta es la clásica definición dada por los juristas romanos Ulpiano y Cicerón y con la cual los gnósticos estamos totalmente de acuerdo.

Pablo,  apóstol y filósofo del cristianismo, a quien admiro en los campos de su sabiduría, sacrificio y pedagogía, afirmaba en una de sus epístolas que: “Yo no conocí la ley sino por el pecado.” Lo cual significa que el pecado es requisito prevalente para conocer la ley y a través de ella la justicia. Porque es claro que el pecado, la transgresión, la desobediencia son los que conducen al hombre ante los Tribunales de la Justicia Divina. Y  del juicio de Dios nadie sale bien logrado.

A través de esta misión de Pedagogía Gnóstica para la Salvación en los últimos tiempos, hemos abordado siempre el tema de la Biblia y su importancia para el devoto, para el Iniciado que busca la verdad y la experimenta como forma de realizar el plan divino.

La Biblia es un libro cargado de infinita sabiduría, que por los hechos referidos al Cristo es referencial, es testimonial. Ese libro sagrado, como la mayoría de las Escrituras Ocultas, está elaborado en niveles, los cuales corresponden con estados de la consciencia. Es claro que, cada quien toma para sí según su nivel, su capacidad. Aunque el summun de la sabiduría está contenido en las capas más profundas, y estas corresponden al sabio, al esoterista, al Iniciado.

Algunas sectas del cristianismo afirman, que el Nuevo testamento derogó al Antiguo Testamento, lo cual es totalmente irresponsable y equivocado. Semejantes afirmaciones le hacen daño al mensaje cristiano y afectan la buena fe de la feligresía. En anteriores oportunidades hemos afirmado que: “No hay mundo invisible, sino grados de perfección en los sentidos.” En la interpretación y conocimiento del mensaje bíblico ocurre exactamente lo mismo.

Estudiando el  evangelio de Mateo con discernimiento superior, en el capítulo 5, versículo 17, se observa lo siguiente: 5 es la Ley y 17 es igual  a 8, que es la Justicia. Entonces, cabalísticamente hablando, y recordemos que la Cábala es herramienta indispensable para entender la simbología bíblica. Llegamos a la conclusión que solo en esta parte de la Biblia es objetivo y certero que el Cristo pueda exclamar: “Yo no he venido a abrogar la Ley, sino a justificarla.” El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay sabiduría.

Al  lector interesado, ofrecemos enviar un trabajo especial con la Ley Divina, pues es necesario y urgente equilibrar la balanza de la justicia divina en nuestras vidas. Es inaplazable y riguroso que hagamos bien por toneladas. Que nos aboquemos a servir, a trabajar por la humanidad, a ayudar al Cristo en su misión. Ayudar a que todos cumplamos con al mandato que el Señor Jehová nos dio en el Génesis al decirnos: “Creced y multiplicaos.”

Que el Cristo crezca en nuestros corazones y que seamos escuchados por él, es siempre mi oración por mí y por todos. Por ello, imitando al profeta David, en el salmo 69,  jamás me cansaré de exclamar: “Señor, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.”

OM  TAT  SAT  IAO  IAO  IAO


MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.       

Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
GNOSIS DE VANGUARDIA
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