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| Foto: Pixabay |
Después de dibujar
el infinito por
infinito
me convertí en
barro
de alfarero
en soplo de
vida
forrado de tierra
santa.
Empece el camino
de abrojos y
espinos.
Sentí la vida larga
tan larga como
amarga.
Aun así, siento,
Padre mio, que
nunca
te apartaste de mi.
Que infinita
fue tu misericordia
y mía tu Verdad.
En el hálito de
vida
que me infundiste
en la alborada del
todo
estaba la clave
del arca y del arco
iris
luminoso de tu
rostro.
Nunca olvide
mi linaje celestial
y como perla
sagrada
guarde mi alma
pura y santa
añejada en el odre
de los
tiempos
y en los
sacrificios de lo eterno
para ofrendártela
hoy
como diamante
precioso
en el altar del
Universo.
¡Salve, Cristo!
Infinito y
Resurrecto.
¡Infinito y Eterno!
MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.
Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
GNOSIS DE VANGUARDIApaypal.me/gnosisdevanguardia
Inspiración que me recuerda la parte divina que conforman nuestras almas
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