(Imagen: Carl Heinrich Bloch) |
El perdón es la primera palabra del Cristo en la cruz del calvario. “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” En esta primera palabra, Jesús, moribundo por los castigos infligidos por los judíos a su humana persona, demuestra que aun en el suplicio de la cruz, en el momento de la gran tribulación, su alma no tiene espacios para el rencor, ni el odio. Y suplica al Padre, el perdón para la humanidad ignorante que no reconoce la majestad de su grandeza, ni el ministerio redentor de su divina esencia.
Toda acción genera una reacción. “Quien sin ley peca, también por la ley será juzgado.” Aquí vemos que jamás será cierta la engañosa frase de Moliere en su obra “Tartufo”, cuando dijo: “Pecher en silence, ce n’est pas pecher.” O sea, “Pecar en silencio no es pecar.” Siempre estará el kaom interno activado para grabar todas nuestras faltas y todas nuestras buenas acciones. El kaom es una parte representativa de la Justicia Divina en nosotros, esta insertado en nuestra alma y registra todos nuestros actos. He ahí por qué en el antiguo Apocalipsis Baruc, el Justo Juez exclamaba: “Yo soy aquel que escudriña el corazón y los riñones de los hombres.” Y la explicación a esta frase es que en el corazón están nuestros sentimientos y en los riñones el registro de nuestras obras.
También el Apocalipsis dice que: “En aquellos tiempos los hombres buscaran la muerte, mas no la hallaran.” Obviamente se refiere a la muerte psicológica o eliminación de los defectos. A desprenderse de tanta cantidad de defectos que insospechadamente llevamos en nuestra alma y que dificultan nuestro ascenso espiritual y con ello la manifestación de nuestra esencia divinal. En estos tiempos aciagos y de tantas cosas brillando con reflejo engañoso, es mucho más difícil el proceso de muerte. Es más difícil superarse, pero no imposible.
Sabemos que desprenderse de tantos apegos en los diferentes ámbitos de nuestra vida, es bastante difícil. Y conste que tenemos apegos, costumbres, defectos hasta en el hablar, afectos, inclinaciones, formaciones y hasta malformaciones en todo. Esos son nuestros amigos, que han venido con nosotros como actores soterrados de esta película de terror, de sufrimiento y de muerte en que nos vemos sumidos en todas las existencias, debido a las múltiples y constantes manifestaciones del yo psicológico.
El Cristo es siempre el Gran Salvador, el Gran Instructor de la humanidad, el Gran Maestro de Maestros, razón por la cual en Pistis Sophia enseña a sus 72 discípulos sobre las cosas a las cuales debemos renunciar para ser dignos de alcanzar el Reino de la Luz, del cual, él es su más glorioso y sagrado exponente. Por considerar de suma importancia y de gran utilidad para el discipulado gnóstico, transcribimos estas 49 renuncias que el Cristo dio a sus discípulos y ojalá que ellas sean puestas en práctica permanente para así, perfeccionarnos en el camino que nos lleva a heredar el Reino de lo eterno, del Gozo Supremo y de la Divina Gracia del Todopoderoso. Así es. Así es. Así es.
*** Levántese el discípulo al alba. Dúchese. Encienda una vela y coloque un vaso con agua al lado de ella. Tome respiraciones profundas. Ore un Padre Nuestro lentamente y un Ave María. Después pronuncie esta exclamación al Gran Cosmos, de pie y con los brazos cruzados en aspas sobre el pecho, tal que el derecho este sobre el izquierdo y las puntas de las manos tocando los hombros:
“Que todos los seres creados por Dios seamos felices,
Que todos los seres creados por Dios seamos dichosos,
Que todos los seres creados por Dios seamos en paz, (repetir todo esto 3 veces)
OOOOOMMMMM TAAAATT SAAAAATT IIIIIIAAAAAAAOOOOOO”
Padre mío, Señor mío, Dios mío, Majestad sublime del tiempo y la existencia, Padre Creador del Universo, ante tu santa presencia, comparezco hoy, en compañía de mi Madre Divina y de mis Ángeles Guardianes, comparezco atribulado, arrepentido de tantas transgresiones a tus leyes y al Orden Divino, para pedirte perdón, perdón, perdón para mi alma y para la sombra de mi alma, perdón Señor, perdón. Por la misericordia del Cristo, tu Hijo, te pido perdón. Por la Sangre del Cristo te pido que me perdones, que tengas compasión de mí, que habiéndome olvidado de tus leyes, que son justas y misericordiosas, me envanecí y caí en el error, en el asqueroso abismo, donde solo se oye el llanto infinito de las almas y el sufrimiento insoportable de todos los que aquí estamos. Mas yo me aferro a tu misericordia que es infinita y eterna. Me aferro a la Sangre del Cristo que nos libra del abismo, del dolor, de las tinieblas físicas y psicológicas y te suplico que no me abandones en este Valle de Lágrimas. Padre bueno, Padre misericordioso, sígname con tu perdón, si, sígname con tu perdón.
“Decidles, renunciad al mundo y a la materia que en él hay, y a todos los intereses, y a todos sus pecados; en una palabra, a todas las asociaciones que hay en él; para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y salvados de todos los castigos que hay en los juicios”.
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDON
“Decidles, renunciad a la murmuración, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y salvados del fuego del rostro perro.”
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a escuchar las conversaciones ajenas, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios del rostro de perro.”
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a vuestra inclinación al litigio, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y salvados de los castigos de Ariel”.
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la calumnia para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de perro”.
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a los falsos testimonios, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y podáis escapar y ser salvados de los ríos de fuego del rostro de perro.”
OH, PADRE, SIGNAME CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al orgullo y a la arrogancia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y seáis salvados de los abismos de fuego de Ariel.
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la gula, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los juicios del Amenti.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la indiscreción para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los fuegos del Amenti.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la astucia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los castigos que hay en el Amenti.
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la avaricia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de perro.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al amor terrenal, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de las capas de fuego del rostro de perro.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al pillaje, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los ríos de fuego de Ariel.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la maledicencia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los castigos de los ríos de fuego.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la iniquidad, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los mares de fuego de Ariel.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la inmisericordia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los juicios de los rostros de dragón.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la cólera, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los ríos de fuego de los rostros de dragón.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a las maldiciones, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los mares de fuego de los rostros de dragón.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al hurto, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, seáis salvados de los agitados mares de los rostros de dragón.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al robo para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de Yaldabaoth.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la calumnia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los ríos de fuego del rostro de León.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la lucha y la rivalidad, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los hirvientes ríos de Yaldabaoth.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a todo lo ignorante, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los servidores de Yaldabaoth y de sus mares de fuego.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a hacer el mal, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los demonios de Yaldabaoth y de todos sus juicios.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la negligencia, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los hirvientes mares de brea de Yasldabaoth.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al adulterio, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los mares de sulfuro y de brea del rostro de León.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al asesinato, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados del regidor rostro de cocodrilo, ese que está en lo frió que es la primera cámara de las tinieblas exteriores.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad al ateísmo, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los gemidos y rechinar de dientes.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a la inmisericordia y a la impiedad para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los regidores de las tinieblas exteriores.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a las pócimas mágicas, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados del gran frió y granizo de las tinieblas exteriores.
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a las doctrinas erradas, para que seáis dignos de los Misterios de la Luz, y seáis salvados de los castigos del gran dragón de las tinieblas exteriores.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decid a aquellos que enseñan doctrinas erradas, y a cada uno de los instruidos en ellas: Ay de vosotros, pues si no os arrepentís y abandonáis vuestro error, iréis a los castigos del gran dragón y de las tinieblas exteriores, que son sumamente crueles, y jamás seréis lanzados al mundo, sino que seréis sin existencia hasta el final.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decid, a aquellos que abandonan las doctrinas verdaderas del Primer Misterio: Ay de vosotros, pues vuestro castigo es triste comparado con el de todos los hombres. Pues vosotros permaneceréis en el gran frió y hielo y granizo en medio del dragón y de la oscuridad exterior, y jamás seréis lanzados al mundo desde esa hora, sino que os congelareis en esa región, y a la disolución del universo pereceréis y dejareis de existir para siempre.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decid, preferentemente a los hombres del mundo, sed pacientes para que podáis recibir los Misterios de la Luz y elevaros hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, Amad a los hombres para que seáis dignos de los Misterios de la Luz y os elevéis al Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, sed bondadosos para que recibáis los Misterios de la Luz, y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, sed pacíficos para que podáis recibir los Misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, sed misericordiosos, para que podáis recibir los Misterios de la Luz, y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, haced la caridad, para que recibáis los Misterios de la Luz, y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, asistid al pobre, y al enfermo y al afligido, para que recibáis los Misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, Amad a Dios para que recibáis los Misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, sed virtuosos para que podáis recibir los Misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, sed dignos, para que recibáis los Misterios de la Luz y os elevéis hasta el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Decidles, renunciad a todo, para que recibáis los Misterios de la Luz.” “Estos son los límites de los caminos para aquellos que son dignos de los Misterios de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
“Por tanto, a aquellos que han renunciado en esta renunciación, dadles los Misterios de la Luz, y no los ocultéis a ellos, aun cuando sean pecadores y hayan cometido todos los pecados y todas las iniquidades del mundo, las cuales os he detallado, para que ellos puedan volverse y arrepentirse y estar en la sumisión de que os he hablado.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
-“Dadles los Misterios del Reino de la Luz y no los ocultéis de ellos, pues es precisamente por el pecado, que he traído los misterios al mundo, y que yo puedo perdonar todos los pecados que se han cometido desde el principio.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
-“Por esa razón os he dicho antes: “No he venido a llamar a los virtuosos.” Ahora y, por tanto, he traído los Misterios para que sus pecados sean a todos perdonados y todos sean recibidos en el Reino de la Luz.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
-“Pues los Misterios son el regalo del Primer Misterio, ese hecho que Él pueda borrar los pecados y las iniquidades de todos los pecadores.”
OH, PADRE, SIGNANOS CON TU PERDÓN
***Para terminar este trabajo y realizar verdaderamente las modificaciones energéticas y conscientivas del alma, se pronuncian 3 veces los siguientes mantrams:
A RA BA SA MA DHI DHI DHI
QUE LA SANTISIMA BENDICION ARAONICA SEA CON TODOS VOSOTROS. ASI ES. ASI ES. ASI ES. HECHO ESTA. HECHO ESTA. HECHO ESTA EN EL NOMBRE DEL PADRE, EN EL NOMBRE DEL HIJO Y EN EL NOMBRE DEL ESPIRITU SANTO.
MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.
Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
No hay comentarios:
Publicar un comentario