miércoles, 31 de octubre de 2018

COACHING ESPIRITUAL

Foto: Pixabay
El hombre de la actual civilización está herido de muerte, debido al terrible vacío espiritual que experimenta.

Lamentable que entre más avances científicos y tecnológicos tengamos, más grande es el vacío existencial que sufre el hombre moderno.

Ese vacío puede, palparse, sentirse, monitorearse, contabilizarse, pero jamás podría llenarse con escapistas viajes turísticos, con modas, con música infernal y tetrafonica que solo exacerba las bajas pasiones. Nunca ese vacío podrá llenarse con certámenes deportivos y escenarios monumentales.

Más aun, en la búsqueda de cubrir el vacío existencial, el hombre moderno ha caído en uso y abuso de drogas, destruyendo así no solo su vida, sino también llevando a escenas de sufrimiento, de crimen y de dolor a su grupo familiar. Tampoco podría ese vacío llenarse con aberraciones sexuales, con sodomías rayanas en contumacias demenciales.

Con lo trajinado por la actual civilización es ostensible que debemos enfrentar en esta hora critica el famoso: “To be or not to be”, de Shakespeare.

Hermanos, vivimos la hora de la evolución en paz o de la involución oscura y tormentosa del abismo. No hay escape. No hay vías alternas. La hora de la verdad no admite tibiezas, ni discusiones estériles de ignorantes ilustrados.

De esta encrucijada salimos hacia arriba o hacia abajo. Por eso se había dicho por el Cristo, Señor de la vida de ambos mundos: “Aquel que no sea frió ni caliente, el Padre lo vomitara de su boca.”

La sociedad es la suma de individuos que comparten cánones, normas, principios, valores y objetivos comunes. Pero la sociedad mundial camina sin norte. Esta vacía. Es como un inmenso agujero negro, vacío, que no se llena con nada. Y mucho menos se llena con dinero y deseos babilónicos de bienes suntuarios, que extravagantemente ofrece por doquier la gran ramera.

La orfandad espiritual de la humanidad es total. Parece comunicada, pero está aislada. Parece sana pero está gravemente enferma. Parece feliz y dichosa, pero esta triste atribulada. Parece saberlo todo, y sin embargo ignora. Confusión ha tocado las fibras más profundas de su anatomía.

La humanidad se cree virtuosa pero está llena de vicios. Contradictorio, pero cierto, entre más se avanza más retrocede. ¿En que retrocede? En la mayoría de aspectos de la actividad humana. Agresiones a la Madre Naturaleza. Destrucción criminal a los ecosistemas y a la biodiversidad.

Fabricando armas de destrucción masiva, las cuales, entre más letales y destructivas se catalogan como de mayor avance científico y tecnológico.

Reflexionando, nos preguntamos, ¿Cuál será el tipo de satisfacción en los inventores de esas máquinas de genocidio y de dolor? Como diría Pablo Neruda en su última poesía: “Sátrapas, miles de veces vendidos, / indignos del gentilicio, del honor  y del aire americanos.” Yo agregaría que son indignos del milagro de la vida, puesto  que contra ella conspiran. Indignos del trabajo incesante del Espíritu Santo que con su energía, su inteligencia suprema y su amor hace realidad el misterio insondable de la vida.

Ante este cuadro fatídico, me pregunto, ¿Qué macabra satisfacción habrá en el corazón de un científico o investigador cuando trabaja incesantemente para producir armas que asesinen a sus semejantes, aun sin haberlos conocido, sin haber visto jamás sus rostros? Razón tenía Teihardat De Chardin, cuando dijo luminosamente: “La ciencia sin consciencia es la ruina del alma.”

Hemos llegado en esta disquisición al tema del alma. Al tema del INRI que es un mensaje de salvación más antiguo que la cruz del Cristo.

Afirmamos que la tierra como planeta y como comunidad de seres vivientes va a dar un salto vibracional, un salto cuántico. Vamos de lo molecular a lo electrónico. Los seres que no tengan ese nivel electrónico, sencillamente perecerán, puesto que no soportaran vivos ese nivel de bioelectromagnetismo. Obvio y auto evidente, que tal cambio producirá también una modificación en su morfología y en sus niveles conscientivos.

Viene la hora del hombre nuevo, del cual hablo el apóstol Pablo en sus 13 luminosas epístolas. La hora de los amentitas.

Humanidad entera, sabed que la hora del Justo Juez es ahora. Se cumplirá la predicción: “Árbol que no da fruto es cortado y echado al fuego.” La hora amarga del treceavo Katum maya ha llegado con su fardo de tribulaciones de todo tipo.

No obstante, el ADN del alma ha identificado plenamente la situación postrera y por cuya razón han tratado de buscar un COACHING  ESPIRITUAL. Un coaching espiritual que es una sana búsqueda para los que buscan el Reino. Un manejo y gerencia de su parte interna. Una guiatura íntima, que cuide y ayude al discípulo en su desarrollo, en el trasegar de su vida iniciática. Aunque la responsabilidad es personal e intransferible, existen algunas instituciones y personalidades de correctas latitudes espirituales y morales que pueden perfectamente ser mentores, ser coach  espirituales de muchos devotos, para iniciarlos en el sendero probatorio. GNOSIS DE VANGUARDIA ofrece con seriedad, con sabiduría de lo eterno y con el sano equilibrio de las dimensiones espirituales, este servicio a toda la feligresía.   

No dudamos que el verdadero guía es el Cristo, que el, a través las partes autónomas y autoconscientes del Ser guía todo el proceso de crecimiento y desarrollo de nuestra alma. Pero es innegable que requerimos de una enseñanza, de prácticas, de una veeduría, de un agente físico que nos instruya, nos oriente para aproximarnos a las puertas del Reino.

No hay otro guía, no existe otro Iniciador que el Cristo. No hay otro mediador que el Inefable en quien está contenido todo el poder de la Deidad. El Cristo interno, el Señor de toda perfección que pacientemente espera que tú lo bajes del madero de la Cruz, para caminar  contigo y elevarte a la dignidad celestial, a la dignidad de los que viven en su Reino.

Cristo cambia, redimensiona y da vida a cada partícula, cada órgano de tu ser, pero eres tu quien debe producir silencioso el acto de contrición, de rectificación, de reconciliación con el Adorable para que así seas digno de cantar sus alabanzas y de estar con él en la inmensidad de la Luz.

Solo así podrás decir gozoso: “Con El. Por El. Y en El.”  Que Él nos bendiga hoy y siempre.


MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.

Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".
GNOSIS DE VANGUARDIA
paypal.me/gnosisdevanguardia

jueves, 25 de octubre de 2018

MAESTRO

Foto: Pixabay
El Maestro es un halo de Luz
salido del fuego universal


Gracias, Maestro,

eres la sal de la sabiduría

que junta azufre

con mercurio filosofal.


Eres el éter

sagrado e infinito

que me permite

besar estrellas

y buscar mi sol

en el Sol.


Maestro, sol de medianoche

Maestro sol

Maestro luz

Maestro fragancia divinal

Maestro Verbo

Heme aquí, Maestro.




MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.


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miércoles, 10 de octubre de 2018

ENTRE LA LEY Y LA JUSTICIA

Foto: Pixabay
Muchas personas piensan que las palabras ley y justicia son sinónimas. Sin embargo, es preciso aclarar que la ley es lo que está prescrito, consensuado, acordado socialmente. La ley es la norma, el peso, la medida. Entre tanto que, la justicia es  darle a cada quien lo que le corresponde. Y esta es la clásica definición dada por los juristas romanos Ulpiano y Cicerón y con la cual los gnósticos estamos totalmente de acuerdo.

Pablo,  apóstol y filósofo del cristianismo, a quien admiro en los campos de su sabiduría, sacrificio y pedagogía, afirmaba en una de sus epístolas que: “Yo no conocí la ley sino por el pecado.” Lo cual significa que el pecado es requisito prevalente para conocer la ley y a través de ella la justicia. Porque es claro que el pecado, la transgresión, la desobediencia son los que conducen al hombre ante los Tribunales de la Justicia Divina. Y  del juicio de Dios nadie sale bien logrado.

A través de esta misión de Pedagogía Gnóstica para la Salvación en los últimos tiempos, hemos abordado siempre el tema de la Biblia y su importancia para el devoto, para el Iniciado que busca la verdad y la experimenta como forma de realizar el plan divino.

La Biblia es un libro cargado de infinita sabiduría, que por los hechos referidos al Cristo es referencial, es testimonial. Ese libro sagrado, como la mayoría de las Escrituras Ocultas, está elaborado en niveles, los cuales corresponden con estados de la consciencia. Es claro que, cada quien toma para sí según su nivel, su capacidad. Aunque el summun de la sabiduría está contenido en las capas más profundas, y estas corresponden al sabio, al esoterista, al Iniciado.

Algunas sectas del cristianismo afirman, que el Nuevo testamento derogó al Antiguo Testamento, lo cual es totalmente irresponsable y equivocado. Semejantes afirmaciones le hacen daño al mensaje cristiano y afectan la buena fe de la feligresía. En anteriores oportunidades hemos afirmado que: “No hay mundo invisible, sino grados de perfección en los sentidos.” En la interpretación y conocimiento del mensaje bíblico ocurre exactamente lo mismo.

Estudiando el  evangelio de Mateo con discernimiento superior, en el capítulo 5, versículo 17, se observa lo siguiente: 5 es la Ley y 17 es igual  a 8, que es la Justicia. Entonces, cabalísticamente hablando, y recordemos que la Cábala es herramienta indispensable para entender la simbología bíblica. Llegamos a la conclusión que solo en esta parte de la Biblia es objetivo y certero que el Cristo pueda exclamar: “Yo no he venido a abrogar la Ley, sino a justificarla.” El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay sabiduría.

Al  lector interesado, ofrecemos enviar un trabajo especial con la Ley Divina, pues es necesario y urgente equilibrar la balanza de la justicia divina en nuestras vidas. Es inaplazable y riguroso que hagamos bien por toneladas. Que nos aboquemos a servir, a trabajar por la humanidad, a ayudar al Cristo en su misión. Ayudar a que todos cumplamos con al mandato que el Señor Jehová nos dio en el Génesis al decirnos: “Creced y multiplicaos.”

Que el Cristo crezca en nuestros corazones y que seamos escuchados por él, es siempre mi oración por mí y por todos. Por ello, imitando al profeta David, en el salmo 69,  jamás me cansaré de exclamar: “Señor, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.”

OM  TAT  SAT  IAO  IAO  IAO


MARIANO JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO M.K.       

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