La Gnosis es un mecanismo espontaneo y natural de la
consciencia despierta y ese mismo mecanismo produce la Omnisciencia, la
Omnipresencia y la Omnipotencia del ser en el Ser. A eso se refiere la
expresión latina: “Omnia in Doubus, Duo
in Uno, unos in nihilo. IAO Sabaoth.”
La Gnosis no es una religión, porque religiones hay cientos y
Gnosis es una sola. Gnosis es libertad, liberación, sabiduría no condicionada
ni al tiempo ni al espacio, ni a persona alguna, mientras que religión es un
nicho temporal, un circulo de creencias y creyentes, a veces no exento de
fanáticos que alimentan discriminación, descalificación, odio, persecución y
pérdida parcial o total de la razón y la sana lógica.
Como fruto de todo ese
fanatismo, ignorancia e intolerancia, la Historia de la humanidad recuerda
estupefacta los crímenes horrendos de los romanos contra los cristianos en los
primeros siglos de la Era Cristiana, y también de las Cruzadas contra los
llamados bárbaros. Igualmente recordamos los asesinatos y quemas de la malvada
Santa Inquisición, que en España, al
mando del criminal Marques de Torquemada, asesinó y quemó vivos a inocentes
seres humanos por chismes, intrigas, por celos religiosos o por satánicas
razones esgrimidas por los fanáticos católicos de esa época.
La Gnosis no puede
albergar fanatismo, porque el fanatismo es fruto de la ignorancia, de las
tinieblas, del miedo, de la perdida de
la razón individual y objetiva, fruto de la ausencia de Dios o de
espiritualidad verdadera. Mientras que la verdadera Gnosis es consecuencia
de la Ciencia Divina enseñada desde
siempre por los pitris o Ángeles Solares, por agentes de la Divinidad y hasta
por Dios mismo en sus diferentes formas y manifestaciones.
Desde los albores de la
Era de Acuario, el V.M. Samael Aun Weor y los sabios Maestros que le
acompañaron en su Cósmica Misión, afirmó que la Gnosis es la Ciencia y la
Sabiduría de los Dioses, del Espíritu puro. Es el conocimiento de todo lo que
existe; el estudio y comprensión del Microcosmos Hombre y del Cosmos Infinito
como dinámica viviente de Dios.
La sabiduría gnóstica
no puede estar encerrada, encriptada en una religión porque sería absurdo que
una religión encerrara, contuviera o
represara la sabiduría del mundo y de los mundos manifestados e inmanifestados.
Como imposible, también sería que toda el agua de los océanos estuviera
contenida en un apacible lago, aunque ello no quita que sus aguas tengan
naturaleza semejante.
Vemos que el hombre
actual ha dividido el cuerpo humano en multiplicidad de especialidades médicas
para su estudio y tratamiento clínico. Creemos que un solo médico es incapaz de
dominar, de conocer a profundidad y con
todos sus detalles todas las ramas y/o especialidades de la medicina actual. En
ese sentido, y por analogía, afirmamos que un solo hombre no podría comprender
la profundidad de la Naturaleza Divina, pues lo temporal, ¿cómo podría
comprender lo eterno? ¿Puede, acaso, lo
finito abarcar lo infinito? Nadie con una mente terrenal, llena de defectos,
puede comprender la Mente Cósmica. Una cosa es lo Relativo y otra lo Absoluto.
Los Misterios que se
han develado son una cosa y aquellos que
no se han revelado son otra cosa, aunque todos ellos pertenezcan a la Gnosis de
todas las cosas, de todos los mundos, dimensiones o edades. Una cosa es la
Santa Biblia y otra la Pistis Sophia. La Biblia es un libro testimonial,
mientras que la Pistis Sophia es un libro presencial. Es decir, la Pistis
Sophia que es la biblia gnóstica explica, por presencia y boca del Divino
Salvador del Mundo, Jesús el Cristo, los Misterios de la Biblia cristiana.
Aspecto este que impide al lector profano o desprevenido, comprender la profundidad de sus santas
enseñanzas. Nos queda entonces como corolario que, en la Biblia no está toda la
sabiduría del Cristo, aunque en Cristo está contenida la plenitud de la Deidad.
Como prueba de esto encontramos muchas afirmaciones en los 4 Evangelios. Vemos por ejemplo que, en
Juan, capítulo 20, versículos 30 y 31, se dice:
“Hizo además Jesús
muchas otras señales en presencia de sus
discípulos; las cuales no están escritas en este libro.
Pero estas se han
escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre”. Aquí se hace claramente la diferencia entre Jesús
y el Cristo, porque todavía hay quienes piensan que es lo mismo. Si esos dos
términos tuvieran el mismo significado no
se hiciera tal diferencia. Así que, el que tenga entendimiento que entienda
porque aquí hay sabiduría.
En el mismo Evangelio
de Juan, capítulo 21, en su último versículo, afirma el Gran Turiya:
“Y hay también otras
muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso
que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir”.
Obviamente, que el
Cristo es la parte manifestada de Dios para crear el mundo y los mundos y
también para constituirse como mediador, como puente o camino para llegar al
Padre Eterno. Argumento este que se expresa en la Biblia cuando se afirma en
Juan, capítulo 1, versículo 18: “A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito Hijo
que habita en el seno del Padre, él le
ha dado a conocer.”
Los instructores y
Maestros gnósticos siempre han afirmado que el templo de la sabiduría gnóstica
se sostiene sobre 4 columnas que son: Ciencia, Arte, Filosofía y Mística. Sin
embargo que ello debería ser así, hemos visto a través de la historia del
gnosticismo americano que el fanatismo ha destruido el necesario equilibrio que
debiera primar entre esas 4 columnas, y la
Mística mal comprendida, se ha convertido y entendido como religión. Por lo cual , algunos hermanos se han
confundido y en vez de vivir intensamente las enseñanzas, concurren a los
templos o lumisiales con una conducta falsa,
santurrona y en el resto de sus actividades son personas comunes y
profanas, que al igual que los militantes de sectas evangélicas, católicas o
pentecostales parecen profesar una
equivocada espiritualidad.
Aclaramos que no
estamos en contra de las religiones, las
cuales en opinión del Avatara de esta Era de Acuario, “son perlas preciosas
engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad”. Contra lo que nos pronunciamos
es contra el fanatismo, la desviación,
la confusión que quiere hacerse de Gnosis con religión. Precisamos también
afirmar que la Gnosis como sabiduría espiritual tiene un culto, una Liturgia y
esto es lo que ha producido en algunos hermanos la confusión. Generando
comensales de pan y vino, sin manejo de la Doctrina y mucho menos de las
prácticas transcendentales que ella preconiza.
Hermanos que solo les preocupa asistir a los rituales pero no en llegar
a la Maestría, a vestirse con vestiduras solares para asistir dignamente al
Banquete del Señor.
Por considerar de gran
importancia las luminosas afirmaciones del jesuita francés, Pierre Teilhard de
Chardin en su libro “CIENCIA Y FE”, procedemos a transcribir algunos conceptos
suyos:
“La religión es para
los que duermen.
La Gnosis es para los
que están despiertos.
La religión es para
aquellos que necesitan que alguien les diga que hacer y quieren ser guiados.
La espiritualidad es
para aquellos que prestan atención a su voz interior.
La religión tiene un
conjunto de reglas dogmáticas.
La espiritualidad
invita a razonar sobre todo, a cuestionar todo.
La religión amenaza y
asusta. La espiritualidad da paz y gozo interior.
La religión habla de
pecado y culpa. La espiritualidad habla de aprender del error.
La religión busca lo
sagrado en un libro.
La espiritualidad busca
en todo libro lo sagrado.
La religión no es Dios.
La espiritualidad lo es
todo, y por tanto, es Dios.
La religión inventa.
La espiritualidad
encuentra.
La religión es humana,
es una organización con reglas.
La espiritualidad es
divina, sin reglas.
La religión es la causa
de las divisiones.
La espiritualidad es la
causa de la Unión
La religión vive en el
pensamiento, en el pasado y en el futuro.
La espiritualidad vive
en el presente.
La religión enclaustra
nuestra memoria.
La espiritualidad
libera nuestra consciencia.
La religión cree en la
vida eterna.
La espiritualidad nos
hace conscientes de la vida eterna.
La religión promete
después de la muerte.
Espiritualidad es
encontrar a Dios en nuestro interior durante toda la vida.
No somos seres humanos que pasan por una experiencia espiritual . . .
No somos seres humanos que pasan por una experiencia espiritual . . .
Somos seres
espirituales que pasan por una experiencia humana . . . “
Apreciado, hermano
gnóstico, haz el ejercicio de cambiar en las frases anteriores del sacerdote
francés, la palabra ESPIRITUALIDAD POR LA PALABRA GNOSIS. Así te darás cuenta
que ese escritor y filósofo disidente, conocía perfectamente lo que es la
gnosis, solo que no utilizó esta palabra para no tener complicaciones con la
curia romana. Recuerda que “ascender a los cielos es cardinal y necesario”,
como dice el ritual. Pero para ello:
“Debes despojarte de todo lo que brilla con reflejo engañoso.” Eso de confundir
la Gnosis con una religión más, es uno de esos reflejos engañosos. La práctica
hace al Maestro, pero son las buenas prácticas. Quiera Dios que estas
explicaciones sirvan para darte luces y enderezar tus caminos y que
triunfalmente puedas exclamar como Angelus Silesius : “Dios es fuego y yo soy su Luz.” Amen. Amen. Amen.
Apreciado lector (a), mucho agradecemos hacer tu donación para el sostenimiento y pago de esta noble misión de Pedagogía Espiritual. "Dando es como se recibe".