lunes, 25 de marzo de 2024

LA FORMACIÓN DEL CRISTO EN SEMANA SANTA

El Cristo es el Primogénito de la Creación. La Esencia Inmaculada que procede del Padre, con su propia naturaleza, y que hace posible todo lo creado.


El Cristo es el Verbo Divino, la Inteligencia Suprema, la Sustancia, la Energía, la Consciencia, Omnisciencia y Omnipresencia de todo cuanto existe.


El Cristo es el Supremo Mediador entre Dios y los hombres. Es el Sumo Pontífice, el máximo hacedor de puentes entre Dios y el hombre. Al respecto la Biblia afirma: "Hay un solo Dios. Y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hecho hombre".


Sin embargo, la formación del Cristo corresponde exactamente con los 7 días en que fue descrita la Ley. Es decir, su formación y naturaleza íntima, cae bajo la influencia de los 7 Arcángeles, o regentes planetarios. Bajo el poder y facultades de las 7 llamas de Fuego ante el Trono del Cordero Divino.


Veamos. En el siguiente Orden Cósmico se procesa la construcción del Cristo durante la Semana Santa, que es una Santa Semana para glorificar a Dios, y no para las cosas mundanas, festividades y orgías que jamás alaban al Altísimo.


El lunes, la luna, a través del Arcángel Gabriel lo gesta, lo mantiene en su seno y anuncia a su Madre María Santísima, su Concepción y Advenimiento.


Ese proceso de Anunciación se experimenta puntualmente a las 12 del mediodía, porque esa es la hora de Horus, del Dios Sol en su máxima fulguración.


El día martes, Marte, a través del Arcángel Samael, le da la Fuerza, el Poder y la Gracia que lo convierten en guerrero de la Luz. En gladiador dispuesto a toda batalla, a toda arena. Le da la Voluntad de acero puro y el valor que retiemplan su espada flamigera. 


El miércoles, Mercurio, a través del Arcángel Rafael, lo inicia en la Ciencia Transmutatoria del Mercurio Filosofal, el Mercurio de los sabios. Lo vuelve así, Maestro de la Alquimia y le confiere los Misterios de la Sabiduría que reconcilia el Azufre con el Mercurio, que son la materia prima de la Gran Obra.


Rafael le da potestad sobre Chronos y Kairos, que son las dos versiones del tiempo, en sus menciones horizontal y la vertical, que es para acceder a la Mente Cósmica, al mundo de la Eternidad. Ésto convierte al Cristo en sanador de cuerpos y almas. En Médico y Sacerdote eterno según la Orden de Melchisedek.


El jueves, Júpiter, Padre de todos los Dioses, a través del Arcángel Zachariel, lo confirma en el Orden Cósmico y lo hace Rey de Justicia, lo convierte así, en el Justo Juez, otorgándole el Poder de juzgar a toda carne, a toda la Creación. 


Lo constituye en Dios de Justicia. En el que ha de juzgar a vivos y muertos. En Rey de Reyes y Señor de Señores.


El viernes, Venus, a través de Uriel, le convierte por la Gracia de su amor, en su Hijo bienamado. Le inunda su alma con la Sustancia Primigenia del Amor Divino, que sobrepasa todo entendimiento humano. Del Amor que es la Esencia Inmaculada que se necesita para la creación del mundo y de los mundos. Siendo el Amor la Magia Sagrada que realiza todo milagro, toda transformación, toda creación material o inmaterial. 


El viernes, Uriel le estigmatiza con los Misterios más ocultos del Amor, que contienen las claves de la Resurrección de las almas. Los secretos de la Cruz Santa y Redentora, cuyo símbolo asume el Cristo como estigma propio y de todos aquellos que lo siguen como discipulos y aspirantes al sendero de su Luz Divina.


Adquiere la Santísima Cruz para el Religare con Dios y para la multiplicación del Universo.


El sábado, Saturno, a través del Arcángel Orifiel, le da la muerte, adquiriendo poderes sobre ella y encarnando al Anciano de los Días.


Se cumple de esta manera, la palabra del apóstol Pablo, cuando escribió en 1 Corintios, capitulo 15, versículos 53, 54 y 55.


"Porque es necesario que esto corruptible, se vista de incorrupcion, y esto mortal, se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcion, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: 


 ¡Sorbida es la muerte en victoria! 

¿Dónde está oh muerte tu aguijón ? ¿Dónde oh sepulcro tu victoria?"


El día domingo, el Sol, a través de Michael, lo resucita. Por eso, toda Resurrección es el domingo y así llamamos a ese día glorioso, Domingo de Resurrección. 


El Sol le otorga una nueva vida y se hace habitante del Reino de la Luz. Es más, se convierte en la Luz misma.

Recibe glorioso y triunfal las Vestiduras Sagradas, enviadas por los 24 Ancianos, de los cuales habla El Apocalipsis en el capítulo 4, versículos 8, 9 y 10.


Ellos se prosternan ante él y arrojan sus coronas a sus pies, y en Santa Reverencia exclaman en coro:


"Santo. Santo. Santo !!!

Tú eres el más Santo de todos los Santos"


"¡¡¡ Hosanna en el cielo !!!

"¡¡¡ Hosanna en el cielo !!!

" ¡¡¡ Hosanna en el cielo!!!


Hermanos, que la Formación y Advenimiento del Cristo en nosotros sea una verdadera y urgente realidad.

Que él nos bendiga hoy y siempre.



MARIANO JOSÉ HERRERA V.

M.K.