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Pocas personas conocen el fenómeno de la vida, el
Misterio Supremo que es la vida. Razón ésta que les permite vivir una vida vacía,
alegre, sin objetivos, ni metas, ni propósito alguno.
Samael, el Quinto Ángel del Apocalipsis, en su
transitorio paso por el mundo tierra, siempre definió la Iniciación como la
vida sabiamente vivida. Sin embargo, casi un 84% de la humanidad vive sin
ningún propósito, sin objetivos vitales, ni elementales ni transcendentales.
Una vida vacía. Existencialmente viven con un agujero negro en el alma, que
ocasionalmente llenan con vicios, con drogas,
con luminarias de la farándula de Hollywood, con compulsivas parrandas, con
faenas laborales interminables, con eventos deportivos o viajes turísticos, con
adicción a redes sociales alienantes,
con fiestas y borracheras en toda ocasión, con
visitas permanentes a grandes malls o con aberraciones sexuales de todo tipo.
Ese agujero negro hace que las personas desarrollen
síndromes depresivos. Muy constante, el síndrome de depresión reactiva en
personas jóvenes y en adultos mayores. En algunos pacientes esta patología
presenta trastornos severos de personalidad que crea campos favorables para el
consumo de sustancias psicoactivas o para la comisión de suicidios.
Por la década de los 90 asistí en universidades de Norteamérica a un congreso sobre “Development Problems” y a otro sobre “What’s life for?
Mi sorpresa fue grande porque en este último solo se trataron respuestas y
situaciones vinculadas con la vida material, pero nunca sobre aspectos
transcendentales, existenciales, de la cosmovisión del hombre. Tal parece que
los aspectos cosmogónicos de la vida no tienen interés, ni sirven al
mercantilismo grotesco que ha invadido las fibras más profundas de la actual
civilización.
La verdadera inteligencia no solo consiste en la facultad
asertiva de reaccionar ante los estímulos del medio ambiente, sino también en
la capacidad de recibir información y manejarla adecuadamente. Con la inmensa
cantidad de información que maneja el hombre moderno y, más todavía, el pueblo gnóstico, resulta suicida no vivir
la vida con objetivos elementales y transcendentales.
Thomas Jacobson, el filósofo de la productividad
norteamericana, escribió una vez que: “Si tú no sabes para dónde vas, tampoco
sabrás si has llegado.” De lo cual se infiere que, hay que tener consciencia clara
de lo que queremos ser y/o de lo que queremos tener. Nefasto y contraproducente
vivir como una hoja al viento.
Por todas las razones anteriormente descritas, es urgente,
es inaplazable que sepamos claramente lo
que queremos ser o tener. Saber que no hay límites. Que los límites te los
creas tú mismo. Hay que llegar a la conclusión que el enemigo de tu progreso y
avance en cualquier orden eres tú mismo. Son tus miedos. Tus demonios y
fantasmas que desde dentro de ti conspiran y conspiraran siempre contra tus
propósitos. De ahí que Jesús el Cristo
dijera: “Los enemigos del hombre
serán los de su casa.” Entiéndase por casa el mismo cuerpo físico,
uno mismo.
De entre esos enemigos que internamente llevamos dentro,
el más terrible es el de la mala voluntad. Él siempre te pondrá miles de
obstáculos para lograr tus propósitos. La falta de deseos, la mala actitud, la
poca autoestima, la mala costumbre de posponer todo, el declarar imposibles o
muy difíciles algunas cosas, son algunos de los inconvenientes que el demonio
de la mala voluntad te presentará para que no logres tus propósitos o
metas. Este es un demonio del mundo causal que
siempre actúa en contra nuestra, y que impide el desarrollo de nuestros planes;
a ese se le combate con una voluntad Cristica, de acero puro, inquebrantable,
se le combate con castidad, con ayunos periódicos, con Fe y oración, con auto
observación permanente y cambiando de actitud. Recordemos que: “La voluntad todo lo supera.”
Necesario que tomemos la vida como una empresa. Desarrollar
lo que en administración se llama “La Gerencia por
Objetivos”. Juan en su Evangelio afirma: “Bástale a cada día su propio afán”. Ese afán es la parte objetiva, de propósitos
claros, establecidos por nosotros mismos, para cada día. Fíjate en esto, si tú
no decides tomar una hoja de ruta para cada día, para cada mes, para cada año,
entonces serás como una hoja al viento. Sin rumbo, y esa falta de actitud y de objetivos
claros será suplida fácilmente por el contacto o por la voluntad de otros y tú
dejaras de ser tú mismo y te convertirás en apéndice, en marioneta de otros.
Una cosa es planificar y otra desarrollar lo planificado.
Hay mucha gente, muchas instituciones que planifican demasiado pero no ejecutan
nada. Los políticos de occidente son ejemplo irrefutable de esta afirmación,
por lo cual terminan convirtiéndose en simples demagogos o en estafadores de la
voluntad popular.
Tú puedes ser tú mismo. Tus propósitos no los comuniques
a nadie. Comprende que la gente no quiere tu progreso, tu desarrollo, ni avance
espiritual o prosperidad. Aquí se cumple aquel aforismo que expresa: “Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice.” Recuerda al profeta Isaías, cuando dijo
en su libro, en el capítulo 55, “Tus caminos no son
mis caminos, tus pensamientos no son mis pensamientos.”
Para lograr tus propósitos, ten en cuenta que hay
propósitos de tipos diferentes. Así por ejemplo, en el campo espiritual, en lo
económico, en lo laboral, en lo afectivo, en lo familiar, en salud, en
educación, en lo religioso, en lo intelectual, en lo social, y en fin, multitud
de propósitos que tú tienes y que puedes y estas en capacidad de lograr durante
el 2.019.
Los propósitos y objetivos de naturaleza espiritual deben
ser los superiores y primordiales para el adepto. En este sentido, es
imprescindible desarrollar una verdadera disciplina, ser constante. Debes
meditar muchas veces y decidirte a trabajar, a luchar por tus propósitos. Es posible que un propósito sea salir en
astral. Otro pudiera ser obtener alguna virtud específica, para lo cual
insoslayablemente debes desintegrar su defecto contrario con todos los
procedimientos esotéricos conocidos y con los ocultos.
Cuando eres pareja con tu cónyuge y de verdad no están unidos en yugo desigual, puedes
llevar al altar del acto tántrico tus propósitos y los resultados son rápidos.
Siempre hemos enseñado que una carga compartida es media carga.
Sin embargo, debes tener en cuenta lo siguiente, para que
no te confundas. El tiempo cronológico es uno y el tiempo de la consciencia o
de Kayros, es otro. El primero es mecánico, en él vive la humanidad entera y se
desarrolla en la horizontal. Mientras que el tiempo de Quirón o de Kayros es
consciencia, es la eternidad y de desarrolla en la vertical. Esto significa que,
terminado el año 2.019, podrías no haber
obtenido tus logros y/o propósitos espirituales, puesto que no necesariamente debe
coincidir lo cronológico con lo celestial. Razón por la cual no te desalientes
y continúa con tu trabajo. Recuerda que en toda labor hay un fruto y en todo
fruto hay una labor.
Reflexiona y recuerda que la paciencia es un árbol de
raíces bien amargas, pero que da frutos muy dulces.
En cualquier caso, te animamos, te estimulamos para empezar
a vivir tu vida con propósitos, con objetivos y metas que tú mismo debes
trazarte y trabajar para que se hagan realidad.
Adelante, siempre adelante. Eres guerrero, entonces, “Toma el escudo de tu Fe y avanza en favor del viento o en contra de todos los vientos, pero avanza.” El
mundo es lo que hagamos de él.
OM TAT SAT IAO IAO IAO
MARIANO
JOSE HERRERA VILLERA
MAESTRO
M.K.
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GNOSIS DE VANGUARDIA